En Nicaragua, son pocas las organizaciones que se preocupan por el bienestar de la comunidad LGBTI, y para mí fue importante ver cómo la UITA está avanzando políticamente con firmeza en la normalización social y la equiparación de los derechos humanos de estas personas.
Destaco que es un trabajo pionero en el plano sindical y en el mundo del trabajo en América Latina.
Me siento feliz de estar nuevamente entre ustedes, la familia de la UITA que sigue rompiendo esquemas, y seguimos adelante en la lucha por el sindicalismo clasista y de género.
Como manifesté anteriormente, en Nicaragua la comunidad LGBTI aún está expuesta a estigmas y discriminación, incluso cuando buscan atención médica y dentro de su propia familia.
Es un privilegio estar con ustedes otra vez y de participar en el trabajo que el CLAMU viene desarrollando en América Latina.