Nicaragua está viviendo momentos difíciles, con pérdidas humanas y económicas. Turismo y actividades derivadas resultan ser entre las más afectadas por la situación. El sindicato del Hotel Crowne Plaza Managua denuncia que la patronal estaría aprovechando la coyuntura para asestarle un golpe demoledor.
Después de la oleada de despidos injustificados del año pasado y las protestas públicas de las y los trabajadores por la actitud confrontativa mostrada por la empresa, las partes acordaron acudir ante las autoridades del trabajo para buscar una salida negociada al conflicto.
Tras varias sesiones de trabajo se logró parar los despidos. Sin embargo el sindicato asegura que la empresa mantiene intacto el objetivo de acabar con la organización.
La inminente negociación de un nuevo convenio colectivo y la crisis social que está sacudiendo a Nicaragua, impactando profundamente en la economía del país, han exacerbado aún más las relaciones obrero-patronales.
Dificultades reales que la gerencia del Hotel Crowne Plaza Managua, propiedad de la empresa taiwanesa Compañía Hotelera de Nicaragua S.A. y operado por el consorcio hotelero InterContinental Hotels Group (IHG), estaría aprovechando para deshacerse del histórico sindicato.
“Nos reunimos con la empresa y presentamos varias propuestas para hacerle frente a la problemática, sin afectar la estabilidad laboral”, dijo a La Rel, Alejandro Cubillo, secretario general del Sindicato “Gutiérrez y Martínez”.
Entre las propuestas destacan eliminar la tercerización y redistribuir las funciones entre todos los trabajadores, reducir gastos internos y de asesoría legal, cierre de pisos donde no hay huéspedes, uso de vacaciones acumuladas, promover el hotel por su ubicación en zona céntrica y segura.
“Lamentablemente no sólo no nos escucharon, sino que comenzaron a suspender a decenas de trabajadores de forma rotativa por tres meses, sin goce de salario, ni de los beneficios del convenio colectivo”, explicó Cubillo.
En menos de dos semanas, el Hotel Crowne Plaza Managua suspendió a 28 trabajadores, 25 de ellos afiliados al sindicato y firmantes del pliego de peticiones.
Cuatro trabajadores, aparentemente presionados por la empresa, prefirieron renunciar. La medida unilateral de la empresa involucró también a cinco directivos, todos protegidos por el fuero sindical.
Para Cubillo, el objetivo de la patronal sería agobiar económicamente a los trabajadores suspendidos y presionar a los que sufrirán la misma medida, para que renuncien de forma voluntaria.
Ante esta situación, el Sindicato Gutiérrez y Martínez presentó una denuncia ante la Inspectoría departamental del trabajo de Managua, solicitando la suspensión inmediata de los actos violatorios a la legislación laboral, así como la reincorporación inmediata de los trabajadores suspendidos.
“Fue una medida unilateral y violatoria de la legislación laboral nacional. La inspectora ya evidenció que tenemos la razón, pero la empresa no quiso firmar el acta. Ahora esperamos la resolución final”, manifestó el dirigente sindical.
“El Hotel Crowne Plaza Managua ha venido violentando sistemáticamente el convenio colectivo y las leyes laborales. Ahora pretende aprovechar la coyuntura para darnos otro golpe.
De seguir así, no nos deja otro camino que subirle el tono a la protesta. Todavía hay tiempo para que recapacite”, concluyó Cubillo.