“El pasado viernes 30 de agosto echaron a uno de nuestros afiliados sin cumplir con lo establecido en el convenio colectivo, que indica que antes de despedir a un trabajador debe haber al menos una comunicación y tres instancias de reunión entre el Comité y la empresa”, explicó Carlos Velastegui, secretario general del Comité.
Según informó el dirigente, hubo un pequeño accidente que involucró a dos trabajadores, uno zafral y otro permanente, este último afiliado al sindicato y con seis años de antigüedad en la planta de Nestlé.
“Estamos denunciando el claro incumplimiento del convenio colectivo, primero porque no nos comunicaron en tiempo y forma la decisión del despido y segundo porque el argumento que utiliza Nestlé para esa determinación nos parece completamente arbitrario ya que acusa al trabajador de una acción intencional contra su compañero”, dijo.
Velastegui observó que en videos grabados por las diferentes cámaras de vigilancia instaladas en ese sector de trabajo se puede ver que se trató de un accidente, que no hubo ningún tipo de incumplimiento ni de falta de responsabilidad de parte del trabajador despedido.
“El video que nos presenta la empresa como motivo para despedir a nuestro compañero demuestra claramente que fue un accidente de trabajo, que no hubo negligencia alguna. Lo que sucedió es que al ser convocado por la gerencia para explicar el pequeño accidente, el compañero se puso nervioso y relató los hechos de manera diferente a la que aparece en el video”.
El miércoles 4, el Comité de Trabajadores presentó un documento donde denuncia estos hechos ante el Ministerio de Trabajo al no alcanzar un consenso con Nestlé.
“Vamos a luchar por la reincorporación de nuestro compañero, sobre todo porque desde el Comité hemos tolerado algunas faltas de la empresa en pos del buen relacionamiento obrero-patronal”, subrayó Velastegui.
El dirigente relató que tiempo atrás un gerente de área prometió el pago de utilidades para determinada fecha, que coincidía con el comienzo de cursos de los hijos, por lo que el personal, contando con esos ingresos realizó otros gastos.
Llegada la fecha las utilidades no fueron abonadas y esas familias quedaron con un balance negativo para poder afrontar los gastos escolares.
Para la empresa, entonces, “un trabajador puede ser despedido porque no relató los hechos tal cual sucedieron pero los gerentes no, aunque hayan dicho algo que luego no cumplieron”, cuestionó Velastegui.