-¿Cuáles son los problemas que enfrentan en Nestlé Uruguay?
-Es algo que se arrastra desde 2018 cuando nos anunciaron la mudanza de la planta de Montevideo a Canelones.
En ese entonces negociamos un nuevo acuerdo considerando que este movimiento traería algunos perjuicios a los trabajadores porque implicaba más tiempo de traslado por las nuevas distancias.
En esa negociación se acordó transporte para todos los operarios de la planta, para la ida y la vuelta; nueva categorización de tareas que se daría en el plazo de un año considerando el ingreso de nuevas tecnología al proceso de producción; se acordó el pago de algunos feriados no laborables, entre otras cosas.
Debido a un desfasaje en la mudanza entre el depósito y la producción que se dio en etapas diferentes, ese plazo de un año se fue corriendo y en octubre de 2019 que era la fecha estipulada para rever lo de las categorías tuvimos varias reuniones y no se llegó en tiempo y forma, una práctica bastante común en Nestlé que tiende a dilatar todo lo que puede las negociaciones.
Atendiendo a ese contratiempo acordamos firmar una prórroga para tratar el tema hasta febrero de 2020.
En enero de este año Nestlé cambió la gerencia de Recursos Humanos y esta movida dilató una vez más la negociación.
-Este cambio de gerente ¿Cómo impactó en las relaciones con el sindicato?
-Percibimos que hubo un cambio de pisada, porque ya no quieren conversar temas como el económico por ejemplo, notamos menos disposición a negociar, cierta intransigencia.
Se nota un cambio de directrices y también de postura con las relaciones laborales, intentando desprestigiar al sindicato en algunas ocasiones acusándonos de bajar la producción, algo que es completamente nuevo para nosotros.
-Ante la falta de acuerdo ¿tomaron medidas?
-Sí, como no hubo avances decidimos no realizar horas extra, y frente esta medida comenzaron amenazas de envíos de personal al seguro de paro, algo que jamás en los ocho años que estoy en la empresa lo vivimos.
Siempre hubo buen diálogo con la compañía y nunca se pasó a mayores.
Esta postura coincide con el cambio de gerente y lo vemos como un retroceso.