Reclutamiento forzoso
El gobierno de Myanmar está poniendo en práctica tácticas de reclutamiento forzoso de población joven prácticamente calcadas de las empleadas décadas atrás por el Ejército de Guatemala.
Gerardo Iglesias
16 | 4 | 2024
En los últimos 12 meses, los militares birmanos han sufrido derrotas en decenas de distritos y municipios. Al mismo tiempo, han sufrido deserciones en masa que los han llevado a obligar a jóvenes a incorporarse a filas.
De acuerdo a una puesta a punto sobre la situación en Myanmar realizada por la regional Asia Pacífico de la UITA, “muchos de los desertores se han incorporado a las Fuerzas de Defensa del Pueblo (PDF, por su sigla en inglés) y fuerzas aliadas que luchan por restaurar la democracia”.
La junta militar, en su desesperación, ha aumentado el bombardeo aéreo de aldeas y pueblos en Sagaing y Rakhine.
“En febrero, el gobierno militar del Consejo de Administración del Estado (SAC) anunció que a partir de abril de 2024 impondría el servicio militar obligatorio”, pero comenzó a implementarla en enero.
El Gobierno de Unidad Nacional (NUG) denunció inmediatamente esa política, calificándola de ilegal.
“Nuestros miembros de la Federación de Agricultores y Productores Rurales de Myanmar (AFFM, por su sigla en inglés) informaron que en zonas rurales los militares asignaron una cuota a las autoridades locales de cada circunscripción [subdivisión administrativa del territorio denominada ward] con un número de jóvenes que deben alistarse o de lo contrario toda la localidad deberá pagar una multa y será penalizada”.
Esa “cuota” varía. En algunos casos es de cinco jóvenes y en otros los militares exigen veinte jóvenes de cada circunscripción.
En la localidad de M., en el estado de Mon, se ordenó a todos los habitantes asistir a una reunión organizada por los administradores de circunscripción locales. En esa reunión el administrador de la circunscripción informó lo siguiente:
“Mediante sorteo o un sistema de lotería se va a seleccionar a personas que califican para el servicio militar obligatorio. Y la población local deberá cubrir totalmente los gastos de estas personas durante su servicio”.
El administrador también advirtió que para llenar la cuota de su circunscripción se arrestaría al azar a jóvenes que se encuentren circulando por las calles, como lo hizo en su momento el Ejército guatemalteco, sobre todo en las áreas rurales.
Nuestra afiliada, la Federación de Trabajadores de la Alimentación de Myanmar (FWFM), denunció que en zonas industriales trabajadores que volvían del trabajo a sus casas fueron interceptados y subidos a la fuerza a camiones militares.
En un caso, un grupo de 50 empleados de una fábrica fue capturado al salir de la fábrica.
“Cerca de 30 pagaron en efectivo para que los liberaran, pero a los que no podían pagar se los llevaron”, señaló.
A su vez la Regional recibió un informe confidencial de alistamientos forzosos en Yangon.
“El 31 de marzo, en una redada en dos circunscripciones en Yangon, más de 100 jóvenes fueron llevados a la fuerza por los militares en una sola noche. Uno estaba gravemente enfermo”.
Miles de personas han desbordado los aeropuertos y decenas de miles intentan cruzar la frontera hacia Tailandia para escapar al reclutamiento forzoso.
Quienes pretenden huir por la frontera india no pueden hacerlo porque el paso está cerrado y se ven obligados a retornar a Myanmar.
El ejército de Guatemala utilizó esas mismas técnicas entre 1960 y 1996, durante una guerra interna que dejó más de 250.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos.
Según la Internacional de Resistentes a la Guerra, “los métodos usados incluyeron razias después de los servicios religiosos, en sitios de construcción, en supermercados y en los partidos de fútbol”.
En 1994, la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA) denunció que el 45 por ciento de la población masculina de entre los 18 y 30 años de edad había sido reclutado de manera forzosa por las fuerzas armadas en alguna etapa de su vida.
La mayoría eran indígenas, incluidos muchos menores de 15 años.
En Guatemala, la resistencia popular fue decisiva para que cayera una de las dictaduras más sangrientas de la historia latinoamericana. Lo mismo, estamos seguros, sucederá en Myanmar.
Convenio Rel UITA – UITA Asia Pacífico