La globalización económica implantada bajo criterios rentistas ofreció una gran oportunidad para el crecimiento de las empresas transnacionales. El desembarco de Amazon en el sector de los alimentos es un hecho preocupante que no puede pasar inadvertido para los sindicatos.

De la cada vez mayor automatización del sector depende el futuro de millones de empleos.

Amazon empezó con el negocio de libros, pasó al comercio de productos electrónicos y diversión, luego al de ropa y finalmente ahora aterriza con la compra de alimentos. Y grandes del operadoras de la distribución, como Carrefour, Real o Walmart amenazan con ingresar con mayor incidencia en el sector.

Las nuevas formas de comercio electrónico (comercio en línea) tendrán impactos en el proceso de trabajo y el empleo y en el perfil y la formación de los trabajadores y las trabajadoras que merecen ser mejor analizados por los sindicatos y por la propia UITA.

En las negociaciones colectivas futuras todos esos temas tendrán una importancia central.

Lo que se avecina puede representar un sismo de alta intensidad que impactará también en proveedores y cadenas de suministro de productos agrícolas en todo el mundo.

Pero los sindicatos aún no parecen reaccionar.