El veneno residual de Monsanto
ni palo con qué pegarle
Carlos Amorín
24 | 3 | 2025

Foto: Gerardo Iglesias
La corporación Bayer registró en 2024 pérdidas por 2.600 millones de dólares como consecuencia del descenso de valor de sus acciones afectado por los 65.000 juicios aún pendientes en Estados Unidos debidos al uso de Roundup/Glifosato.
Si bien las pérdidas son menores a las de 2023, la compañía evalúa abandonar la producción del herbicida, aunque, como suele suceder cuando a los ricos les va mal, pidió mayor protección legal del Estado ante la ola de juicios.
En 2018 Bayer compró Monsanto en 63.000 millones de dólares, junto con su cartera de deudas y procesos judiciales sin resolver. Desde entonces el gigante alemán, único productor de Glifosato en Estados Unidos ha desembolsado más de 10.000 millones de dólares entre condenas judiciales y acuerdos legales.
Recientemente, un jurado del estado de Georgia, Estados Unidos, condenó a la corporación europea a pagar 2.065 millones de dólares a un demandante quien alegó que el uso del Roundup con Glifosato le provocó cáncer.
En un comunicado remitido a las agencias Bloomberg y Reuters, los defensores del demandante detallaron que el fallo incluye 65 millones de dólares en daños compensatorios y 2.000 millones de dólares en daños punitivos.
El grupo alemán señaló en el comunicado que no estaba de acuerdo con el veredicto del jurado, ya que entraba en conflicto con el “peso abrumador” de las pruebas científicas y “el consenso” de los organismos reguladores y sus evaluaciones científicas en todo el mundo. “Creemos que tenemos argumentos sólidos en la apelación para que se anule este veredicto y se eliminen o reduzcan las indemnizaciones por daños excesivas e inconstitucionales”.
La empresa solicitó a los legisladores de Estados Unidos, mayor protección legal contra este tipo de litigios. Y, al mejor estilo Donald Trump, amenazó con que sin un marco regulatorio claro la compañía podría retirarse del mercado.
El mal cálculo aparente de Bayer al adquirir Monsanto junto con el tendal de demandas y juicios pendientes ha provocado que la compañía pierda valor en la Bolsa y atraviese una seria crisis financiera.
Sin embargo, no habrá dinero con qué pagar todo el daño que Monsanto, Bayer, el Glifosato y los transgénicos ya han esparcido en el planeta, si es que algún tribunal de justicia en serio decidiera reclamárselo.