Con Alberto Broch
El vicepresidente de CONTAG charló con La Rel sobre la VII Conferencia del Grupo Profesional de Trabajadores de la Agricultura (GPTA), realizada en Suiza la semana pasada y destacó en particular la toma de posición ante el avance de la extrema derecha en el mundo.
Gerardo Iglesias
15 | 11 | 2022
Alberto Broch y Adela Torres | Foto: Gerardo Iglesias
-¿Cómo evalúas la VII Conferencia?
-Fue una Conferencia muy importante porque dentro de los sectores de actuación de nuestra Internacional es de los más representativos y diversos, ya que no solo representa a asalariados y asalariadas rurales sino también a agricultores y agricultoras familiares.
La Conferencia también realizó un profundo balance sobre las acciones de la UITA para el sector, al tiempo que se proyectaron los puntos centrales de la lucha para los próximos años en la agroindustria.
-¿Qué destacas de los ejes temáticos que abordó la Conferencia?
-Se debatió sobre los desafíos del sindicalismo de estos tiempos y en ese aspecto se hizo especial énfasis en garantizar el derecho de los trabajadores y las trabajadoras agrícolas a sindicalizarse. En América Latina, Europa, África, hay un común denominador: la falta de libertades sindicales.
Se discutió también sobre la importancia del combate al trabajo infantil en la agricultura, un tema complejo y que nos avergüenza mucho.
Asimismo, tratamos la necesidad de abordar desde los sindicatos el tema de seguridad y soberanía alimentaria ya que formamos parte de un sector que es el principal proveedor de alimentos para el mundo.
Otro punto importante que se trató fue la persecución sindical en el sector, vinculada a un sistema perverso de producción que utiliza una cantidad criminal de agrotóxicos y que no respeta a los trabajadores ni al ambiente.
-Hubo posicionamientos ante el ascenso de la derecha radical, uno de los rasgos más destacados de la situación internacional actual…
-Sí, y debo decir que esta fue una de las Conferencias donde se avanzó en resoluciones de corte político sobre todo con relación a este peligroso avance del postfascismo, tanto en Europa como en América Latina.
Me gustaría resaltar esta cuestión porque la actual coyuntura mundial hace necesario el debate y la concientización dentro de las organizaciones sindicales sobre estos temas que permean la lucha de clases.
Nunca el fascismo será una opción a ser considerada para un trabajador.
Felicito a Sue Longley, nuestra secretaria general, porque entendió que la UITA debe ser proactiva y asumir un papel protagónico en la lucha por la libertad, la democracia y el respeto de los derechos humanos.