Que desaparezcan los insectos, sobre todo algunos de ellos, “es muchísimo más grave de lo que se cree”, dijeron expertos durante una videoconferencia organizada este mes por la Sociedad Científica Mexicana de Ecología.
“Se los ve como enemigos de la humanidad, cuando en realidad cumplen funciones ecológicas esenciales, en especial los polinizadores como las abejas”, apuntó Alejandro Córdoba, del Instituto de Ecología de la UNAM.
“Los insectos polinizan, controlan malezas y plagas, son depredadores, alimento de otros animales, purifican el agua, tienen muchas funciones ecológicas”, completó Cisteil Pérez, del Instituto de Investigaciones en Ecosistema y Sustentabilidad de la misma universidad.
La tasa de extinción de los insectos es hoy ocho veces más alta que la de aves, mamíferos y reptiles.
De acuerdo a datos recientes citados a fines de 2020 en un informe de la asociación Ecologistas en Acción, el 40 por ciento de los polinizadores están actualmente amenazados
“El declive de los insectos es consecuencia de la pérdida de hábitat, especialmente de prados y pastizales, debido a los usos agrícolas, la utilización de plaguicidas (insecticidas, herbicidas y fungicidas), la incidencia de patógenos y el cambio climático”, decía ese trabajo.
La agencia de las Naciones Unidas para la alimentación (FAO) calculó que en los últimos 50 años el volumen de la producción agrícola que depende de los polinizadores ha aumentado en un 300 por ciento, pero al mismo tiempo nunca como ahora esos insectos se han visto tan atacados.
En Europa, de acuerdo a estimaciones de la UE, el 84 por ciento de las especies vegetales y el 76 por ciento de la producción alimentaria dependen de la polinización realizada por las abejas.
“Especialmente grave es el caso de las especies de abejas silvestres, ya que sus poblaciones están sufriendo una gran regresión por la acción antrópica, principalmente por la utilización de plaguicidas: herbicidas, fungicidas, insecticidas y, entre ellos, los neonicotinoides”, decía Ecologistas en Acción.
Sin “insectos no hay alimentos, no hay vida”, denunciaba la asociación, pero si no se “cambia de perspectiva”, es decir si no se revé globalmente el modelo productivo, todo seguirá a peor, se afirmaba en la conferencia mexicana.