Nestlé, de acuerdo a sus propios informes, sigue siendo la marca alimentaria más valiosa del mundo.
En la Asamblea General Anual del 15 de abril, el Consejo de Administración de la compañía propondrá un dividendo de 2,75 francos suizos por acción, lo que supone un aumento de 5 céntimos respecto a 2019. De aprobarse, será el 26 aumento anual consecutivo en los dividendos de la compañía.
Desde hace 61 años, la transnacional, que emplea a 330.000 trabajadores en todo el mundo, aumenta anualmente las ganancias que reparte entre sus accionistas.
A pesar de la pandemia, Nestlé tuvo excelentes resultados en 2020 y conoció, según admitió su propio CEO, Mark Schneider, su tercer año consecutivo de mejoras en el crecimiento orgánico (3,5 por ciento más que en 2019), en su rentabilidad y en el rendimiento sobre el capital invertido.
Y para este año Schneider prevé “una mejora continua” en esos tres niveles.
Cabe señalar que el concepto de crecimiento orgánico comprende las habilidades, los conocimientos, la experiencia aportados por los trabajadores, que sin embargo no son reconocidos como se debe por la empresa.
Las ventas en 2020 fueron algo menores que las del año anterior (84.343 millones de francos suizos, contra 92.568 millones de 2019), pero la compañía no tuvo pérdidas, porque la caída obedeció entre otras cosas a la continua revalorización del franco frente a la mayoría de las monedas.
Nestlé se divide en tres zonas geográficas: AMS (las Américas), EMENA (Europa, Medio Oriente y África del Norte), AOA (Asia, Oceanía y África Subsahariana), cada una con sus propios resultados.
La zona AMS fue la que tuvo las mayores ventas, 34.000 millones de francos suizos, con un crecimiento orgánico de 4,8 por ciento y un margen de utilidad operativa subyacente de 7.000 millones de francos suizos.
Algo a tener en cuenta en las negociaciones que se están desarrollando en América Latina.
Con todos estos números positivos, cuando se trata de negociar convenciones colectivas para mejorar las condiciones de trabajo, salariales y económicas de los trabajadores los dirigentes de la transnacional se endurecen.
Solo cuando se presiona a través de la UITA y la FELATRAN, en las reuniones anuales que se realizan en Vevey, Suiza, los trabajadores logran avances.
