MUJER

La ley fue dictada para proteger a las patronas

En Paraguay, 1 de cada 5 mujeres son trabajadoras domésticas

30 de marzo, Día Internacional
de las Trabajadoras del Servicio Doméstico
Con Myriam Agüero
La ley fue dictada
para proteger a las patronas
En Paraguay, 1 de cada 5 mujeres son trabajadoras domésticas
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Foto: Luis Vera
Trabajadoras domésticas marcharon ayer contra la discriminación que sufren. Piden la modificación del Código Laboral que actualmente las discrimina y somete a 12 horas laborales, sin salario mínimo, sin beneficios de salud completos ni jubilación. “Somos trabajadoras, aportamos a la sociedad y a la economía, ¿por qué vamos a ser discriminadas?”, reclaman. Muchas viven prácticamente en situación de esclavitud.
El 30 de marzo se recuerda el Día Internacional de las Trabajadoras del Servicio Doméstico, por ello, varias organizaciones de trabajadoras marcharon ayer domingo en Asunción, en su único día libre de la semana.

En Paraguay, el Código Laboral establece una serie de discriminaciones hacia las trabajadoras domésticas, estableciendo para las mismas más carga laboral que el resto de trabajadoras (hasta 12 horas, 4 horas más que las 8 horas diarias para el resto).

También solo tienen derecho al 40 por ciento del salario mínimo legal y no se protege a las trabajadoras domésticas de despidos arbitrarios.

Myriam Agüero, del Sindicato de Trabajadoras Domésticas del Paraguay (Sintradop), aseguró que la mencionada ley fue hecha para protección de las patronas, no para protección de las trabajadoras, “fue dictada para que las patronas no sean denunciadas”. Dijo que la misma tiene más de 30 años y por ello están impulsando un nuevo proyecto de ley que las iguale en derecho con los demás.

Lamentó que en la situación actual, además de las pesadas cargas horarias, no tienen cobertura completa de salud en IPS, y no tienen jubilación.

200 mil trabajadoras domésticas
En Paraguay, 1 de cada 5 mujeres son trabajadoras domésticas, unas 200 mil a nivel nacional. “Una mujer pobre en Paraguay, el primer trabajo que hace es el doméstico. Y este trabajo no te da opción de salir adelante, por el bajo salario y por la explotación misma”. Denunció que muchas personas se aprovechan de la situación de pobreza de muchas familias generando estas condiciones.

Miryan trabaja como jornalera en 3 casas, donde se limita a trabajar las 8 horas diarias, tratando de hacer respetar su derecho.

No tiene seguridad social, y los días que cae enferma, le significan menos ingresos. “Trabajo igual que cualquiera, pero no tengo los mismos beneficios”, lamenta. Ella saca 1.400.000 guaraníes (US$ 315) en un buen mes.

Proyecto de ley
Su organización, junto al Sindicato de trabajadoras domesticas y afines de Itapúa (Sintradi) y la Asociación de empleadas del servicio doméstico del Paraguay (Adesp), pelean por el proyecto de ley de trabajo doméstico que fue presentado por el senador Derlis Osorio (ANR, Partido Colorado).

Allí se constituyó una mesa de trabajo multisectorial en la cual participaron las organizaciones, el Ministerio de Justicia y Trabajo y el Instituto de Previsión Social. Fruto de las discusiones, se consensuó una serie de cambios al proyecto de ley, como la disminución a 8 horas laborales, IPS completo, y el salario mínimo.

La trabajadora relata que el mismo proyectista del senador Osorio se oponía a las propuestas que ahora plantean, pero que al contarle de las muchas realidades que viven, “casi le hacen llorar”.

 
Trabajo esclavo
“Hay compañeras que llegan a las 12 de la noche y aun no pueden dormir, porque tienen que esperar que venga el patrón o el hijo del patrón de la universidad. Y después tiene que levantarse a las 6 de la mañana para hacer el desayuno. Con un sueldo miserable”, cuenta a modo de ejemplo.

Organizarse los domingos
La organización de las trabajadoras es una lucha aparte, viven trabajando en las casas, no tienen tiempo. “La trabajadora doméstica no tiene luego forma de salir, pero a pesar de eso los domingos, nuestro único día libre, tratamos de reunirnos”.

Sintradop se fundó en 1989, pero lo reactivaron en el 2009, recuerda Miryam. “Justamente lo motivó la necesidad y la discriminación que sufrimos”. Desde que empezaron a organizarse se visibilizó el tema, mostrándole a la sociedad las necesidades que tienen, según cree.

A nivel nacional las trabajadoras organizadas son muy pocas. “Por el tema del permiso. Muchas también le tienen miedo a las patronas, porque dicen que si es sindicalista ya no va a trabajar”.

“Todas locas”
Cuando empezaron con la campaña de modificación de la ley, muchas patronas saltaron a pegar el grito al cielo, recuerda. “Nos dicen luego que porque vamos a pedir salario mínimo, que estamos todas locas. Somos trabajadoras, aportamos a la sociedad y a la economía, ¿por qué vamos a ser discriminadas?

Incluso las asociaciones de amas de casa se opusieron al principio. Pero cuando les explicaron, dice Miryam, lo que pasan día a día, entendieron. “Ahora al menos directamente no se oponen”.

Marcha
Este sábado, el fotógrafo Luis Vera expuso en la plaza de los héroes, Asunción, unas fotografías en un tendedero, con los retratos de las domésticas, reivindicando su lucha.

Sintradop, Sintradi y Adesp organizaron la “Marcha Unitaria de las Trabajadoras Domésticas del Paraguay”, donde se exigieron a las y los parlamentarios la aprobación del Proyecto de Ley de Trabajo Doméstico.

 

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Foto: Luis Vera