¿Cómo está impactando el Covid-19 a Guatemala?
-Muy fuertemente, porque este es un país con altos niveles de pobreza. Sale en los periódicos, en la prensa, que el Estado guatemalteco está apoyando a las personas, pero esto es mentira. No lo está haciendo.
En el momento no es la pandemia que nos está matando, es la desigualdad existente, es el hambre, que se transforma en una situación muy fuerte.
-¿Cómo actúa hoy el sindicato?
-Estamos intentando que la gente esté protegida, organizada y dando atención a que se esté cumpliendo con los salarios, las prestaciones y las medidas de seguridad.
Nosotros como organización estamos para garantizar y proteger a los trabajadores y las trabajadoras. Los sindicatos están haciendo su trabajo.
Nos preocupan los demás trabajadores, aquellos insertos en la economía informal. Aquellos que no están protegidos por el Estado ni por una organización. La situación que están viviendo miles de compatriotas es dramática.
Por otro lado nos preocupa qué va a pasar después y qué tenemos que hacer ahora. La única forma de salir de todo esto es uniéndonos y seguir luchando, hacer campañas de afiliación para crecer y tener más incidencia.
-¿En tu opinión los trabajadores sindicalizados están en mejor situación que aquellos que están por fuera de la organización?
-Sin dudas. Estamos mejor, tenemos más garantías, asesoramiento. Sabemos que contamos con Festras y la UITA, que no estamos solas.
Sabemos en cuál camino andar. En cambio, al trabajador que no está organizado le dicen que lo despiden por culpa de la crisis y punto. Es muy dura esta realidad para ellos. Por eso es que debemos marcar esa diferencia, hacerla pública, sensibilizar a aquellos que no conocen al sindicato y su labor y afiliarlos.
-¿Hay prácticas que deben ser modificadas en las organizaciones sindicales?
-Por supuesto. La pandemia nos interroga, nos hace considerar muchas cosas.
Muchas veces las negociaciones colectivas sólo miran aspectos económicos, y hoy está claro que no alcanza. Deberíamos enfocarnos más en otros temas y tomar medidas referentes a la salud, la higiene y la seguridad.
También tenemos que velar no sólo por los que están sindicalizados, sino por los más vulnerables, llegarles con nuestra solidaridad.
El presidente de la República está preocupado con que estamos perdiendo en la economía. No está preocupando por la población, y el pueblo está muriendo de hambre.
¡Tenemos que protegernos y unirnos!