26
Julio
2017

Resolución sobre la Cuarta Revolución Industrial

Rel-UITA
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Los trabajadores tenemos algo que decir
y mucho por hacer

El mundo de la industria fabril, el sector servicios y el agro están a punto de sufrir cambios radicales. El capitalismo ha iniciado la Cuarta Revolución Industrial que transformará el modo de producción impactando enorme y negativamente en los trabajadores y las trabajadoras.

Se le considera la cuarta porque sucede a las anteriores tres que se destacaron por la máquina de vapor inicialmente, la energía eléctrica después y la electrónica hace unas décadas.

Ahora, es promovida por la digitalización, la inteligencia artificial, la eliminación de intermediarios en la cadena de valor industrial, la impresión 3D, la automatización de procesos, la robotización, la conducción autónoma de vehículos y la robótica compleja.

Un estudio elaborado por el Foro Económico Mundial, denominado El futuro del trabajo, predice que se perderán 5 millones de plazas laborales antes de 2020, dado que la inteligencia artificial, la robótica y la nanotecnología suplirán a los obreros humanos.

Otros estudios pronostican que en los próximos cinco años se perderán 7,1 millones de puestos de trabajo en las 15 economías más grandes del planeta.

Nuestros afiliados y afiliadas entre los afectados

Por supuesto que nuestros afiliados en la industria (alimentación, bebidas, carne, tabaco, etc.) se verán afectados por estos cambios, pero también lo serán los de la agricultura y los de la industria gastronómica y hotelera.

En la agricultura, tractores robots y pastores-dron ya están siendo utilizados. También existen robots que recogen frutas y cuidan las cosechas. El fabricante estadounidense de tractores Case IH acaba de presentar un prototipo de vehículo autónomo donde la cabina del conductor no existe más y en su lugar figuran cámaras, sistemas de radar y GPS; el agricultor lo programa en su tablet y puede manejarlo simultáneamente con otros tractores. La consultora IDTechEx estima que el mercado de robots y drones para la agricultura mueve actualmente 3.000 millones de dólares al año, suma que se triplicará a 10.000 millones en 2022, para duplicarse de nuevo en 2026.

En Japón se utilizan helicópteros autónomos para la fumigación desde 1990. También en este país, en la localidad de Kizugawa, una empresa comenzó a producir 30.000 lechugas diarias con robots que realizarán todas las labores excepto la siembra. Voceros de la empresa declararon que “técnicamente es posible automatizar la siembra, pero todavía no decidimos hacerlo por un tema de costo-efectividad”.

Por su parte, el 66% de los puestos de trabajo vinculados al alojamiento y la restauración tiene el potencial de ser automatizado de aquí hasta el año 2055 en todo el mundo, lo que equivaldría a 53,9 millones de empleos sustituidos por máquinas, según recoge el reciente informe “A future that Works” (Un futuro que funciona) del McKinsey Global Institute.

Esa automatización estará protagonizada por robots, inteligencia artificial y otros tipos de máquinas. La utilización de robots para realizar tareas como el reparto de determinados productos a los clientes o la limpieza de habitaciones será algo habitual en los hoteles dentro de cinco años, según han apuntado los participantes en la Cumbre Americana de Inversión en Alojamientos (ALIS, por sus siglas en inglés), celebrada a finales del pasado enero en Los Angeles.

En cadena Praktik Hotels, inicialmente idearon una recepción sin empleados, dotada de una máquina expendedora de las tarjetas de las habitaciones. El experimento duró seis meses, tras los cuales tuvieron que recurrir a personal para ofrecer ese servicio porque “cuando el cliente hace el check in prefiere que le atienda una persona, sin embargo, para hacer el check out no necesitamos a nadie, por lo que los trámites los puede completar perfectamente una máquina”.

Simultáneamente a estas amenazas sobre los puestos de trabajo, la OIT estima que para 2030 se necesitarán más de 600 millones de puestos laborales nuevos solo para mantenerse a la par del crecimiento demográfico.

Esto equivale a unos 40 millones de empleos por año, sin considerar la urgente necesidad de mejorar las condiciones de 780 millones de personas que trabajan con salarios de apenas dos dólares diarios.

Las reacciones hasta ahora

El Parlamento Europeo elaboró seis leyes sobre robots e inteligencia artificial que deberán ser debatidas por la Comisión Europea. Dos de estas leyes tienen que ver con la seguridad (todo robot contará con un interruptor de emergencia y contar con un seguro obligatorio); otra que prohíbe crear robots con la finalidad de causar daño a los humanos; una que prohíbe crear vínculos emocionales con ellos: otra define a los robots como “personas electrónicas” con derechos y obligaciones y finalmente otra que establece que los robots deberán pagar impuestos, fórmula propuesta anteriormente por el millonario Bill Gates. Como vemos nada que lleve tranquilidad a los trabajadores en estas leyes.

En su campaña electoral Donald Trump prometió combatir la migración para defender los puestos de trabajo de los estadounidenses. Pero según las estadísticas oficiales, la mayor parte de la pérdida de puestos de trabajo en el país se debió al aumento de la automatización y robotización de las industrias.

Consultado por el New York Times si los robots iban a reemplazar a los trabajadores y trabajadoras que votaron por él, Trump respondió: “Lo harán, pero nosotros vamos a construir los robots”. Una vez más Trump mostró su ignorancia o su desfachatez para mentir, dado que el mayor fabricante global de robots industriales es China.

Por otro lado, son prácticamente inexistentes los pronunciamientos o propuestas de los partidos de izquierda, mientras que los gobiernos de nuestra región ignoran olímpicamente el problema.

Quizá la propuesta más interesante resulte la llamada Renta Básica Universal, una forma de sistema de seguridad social en la que todos los ciudadanos o residentes de un país reciben regularmente una suma de dinero sin condiciones. En síntesis, se trata de un subsidio público generalizado sin contrapartida. Algunos sindicatos de Europa y Estados Unidos apoyan esta iniciativa.

Según nuestras informaciones los sindicatos que más se han preocupado y ocupado de las consecuencias de la Cuarta Revolución Industrial son los metalúrgicos (especialmente los vinculados a las fábricas de automóviles) nucleados en la federación internacional IndustriALL Global Union y dentro de ella el sindicato alemán IG Metall.

Nuestra posición

a)  La CRI más temprano que tarde nos habrá de afectar. Y el problema que enfrentaremos no es tecnológico, es social y
     político. Dicho de otro modo, es producto del modelo de sociedad  impuesto por una minoría para su beneficio. Tenemos
     claro que, antes que amenazados por los robots estamos amenazados por otros humanos
.

b)  Nuestra defensa de los trabajadores y trabajadoras de la alimentación, la agricultura y los servicios debería alcanzar a
     aquellos que han perdido (o están por perder) el empleo al ser desplazados por las nuevas tecnologías, buscando formas
     de organizarlos y representarlos.

Ante esta situación se resuelve:

1.  Elaborar un informe destinado a las organizaciones afiliadas en nuestra región con la finalidad de interesarlas en la CRI y
     sus consecuencias para los trabajadores y trabajadoras en la alimentación, agricultura, hoteles, restaurantes y otros
     servicios.

2.  Establecer ámbitos de discusión e intercambio de informaciones sobre la CRI, sus consecuencias y formas de enfrentarlas.

3.  Preparar material para insertar el tema de la CRI en los programas de educación.

4.  Estudiar y tomar posición frente a la Renta Básica Universal.

5.  Establecer contactos y acuerdos de cooperación con las organizaciones sindicales, ONGs y académicos que se interesen
     en la CRI con puntos de vista coincidentes con nuestros intereses y principios.

 
Brasilia, 11 de julio de 2017