09
Mayo
2016
Con Oscar López Rivera
Hombre mirando al futuro
“Odio la indolencia, la indolencia mental y la indolencia física. Yo no quiero vagos alrededor mío”
En Puerto Rico, Wilma E. Reverón Collazo
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Foto: contrainjerencia.com
Por segunda ocasión tuve el enorme placer y privilegio de visitar a Oscar López Rivera en la cárcel. Cuando lo hice por primera vez, en 2014, acompañada de Alejandro Torres Rivera, me quedé con las ganas de seguir hablando con él. No lo pensé mucho en cuanto tuve la oportunidad de ir de nuevo, esta vez junto a Noel Colón Martínez, compañero de varios periplos, y de la abogada de Oscar, Jan Susler.
Le pregunto a Oscar sobre su estadía en la cárcel de Leavenworth, en Kansas, donde habían estado presos Oscar Collazo, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero.
Oscar narra que llegó a Leavenworth exactamente 23 meses después de la salida de Oscar Collazo e Irving Flores, en 1981.
Todos los presos en Leavenworth tenían un gran respeto no solo por la persona de Oscar Collazo sino por lo que había hecho por ellos.
De Irving recordaban con cariño su afición por el hándbol.
Con Andresito no habían tenido oportunidad de compartir, porque durante mucho tiempo había estado hospitalizado. Oscar recuerda cómo los guardias que lo transportaron a Leavenworth se referían a él como “un paquete”: “el paquete está por llegar”, le oyó decir a uno.
Otro guardia le dijo: “tú eres uno de los puertorriqueños terroristas. Un criminal incorregible y no perteneces a aquí (en Leavenworth)”.
Esta actitud respondía a un plan preconcebido para condenarlo por intento de fuga y justificar su ubicación en una cárcel de “súper máxima seguridad” y confinamiento solitario por 12 años con privación sensorial, según explicó la abogada Susler.
Oscar narra que llegó a Leavenworth exactamente 23 meses después de la salida de Oscar Collazo e Irving Flores, en 1981.
Todos los presos en Leavenworth tenían un gran respeto no solo por la persona de Oscar Collazo sino por lo que había hecho por ellos.
De Irving recordaban con cariño su afición por el hándbol.
Con Andresito no habían tenido oportunidad de compartir, porque durante mucho tiempo había estado hospitalizado. Oscar recuerda cómo los guardias que lo transportaron a Leavenworth se referían a él como “un paquete”: “el paquete está por llegar”, le oyó decir a uno.
Otro guardia le dijo: “tú eres uno de los puertorriqueños terroristas. Un criminal incorregible y no perteneces a aquí (en Leavenworth)”.
Esta actitud respondía a un plan preconcebido para condenarlo por intento de fuga y justificar su ubicación en una cárcel de “súper máxima seguridad” y confinamiento solitario por 12 años con privación sensorial, según explicó la abogada Susler.
Un racismo desenfrenado
Destruir al preso
Oscar opina que el sistema carcelario estadounidense ha cambiado para peor. El tratamiento que recibe el preso es insultante e irrespetuoso. Hay mucho racismo y provocaciones, dice.
Nos narró la historia de un detenido cubano al que los guardias se referían como Fido, nombre de perro, para provocarlo y justificar medidas disciplinarias contra él.
Contó también que en Leavenworth, después de sacarlo del hoyo donde lo mantuvieron 10 días, le dijeron que lo consideraban un preso notorio e incorregible.
“Si salía al patio, a los 5 minutos llegaba un guardia. Si tenía un libro en las manos, se lo quitaban. Uno se lo devolvieron 8 meses después. Le hacían examen de orina todas las semanas. Estuvo en Leavenworth entre agosto de 1981 y junio de 1986”.
Cambiamos el triste tema de las cárceles para contarle de nuestro encuentro con el congresista Luis Gutiérrez que organizó un recibimiento para Noel Colón Martínez y cargó con nosotros para una actividad de recaudación de fondos organizada por palestinos de Chicago que ni siquiera eran votantes de su distrito.
Oscar expresa lo importante que es la solidaridad y cómo siempre ha habido este tipo de gestos de parte de los palestinos. Recordó que antes había un grupo de iraníes en las universidades que habían huido del régimen represivo del sha.
Cuando cayó el sha estos jóvenes regresaron a Irán, pero desafortunadamente no corrieron mejor suerte bajo el régimen del ayatola Kjhomeini. Oscar ve como positiva una posible apertura ahora en Irán.
Nos narró la historia de un detenido cubano al que los guardias se referían como Fido, nombre de perro, para provocarlo y justificar medidas disciplinarias contra él.
Contó también que en Leavenworth, después de sacarlo del hoyo donde lo mantuvieron 10 días, le dijeron que lo consideraban un preso notorio e incorregible.
“Si salía al patio, a los 5 minutos llegaba un guardia. Si tenía un libro en las manos, se lo quitaban. Uno se lo devolvieron 8 meses después. Le hacían examen de orina todas las semanas. Estuvo en Leavenworth entre agosto de 1981 y junio de 1986”.
Cambiamos el triste tema de las cárceles para contarle de nuestro encuentro con el congresista Luis Gutiérrez que organizó un recibimiento para Noel Colón Martínez y cargó con nosotros para una actividad de recaudación de fondos organizada por palestinos de Chicago que ni siquiera eran votantes de su distrito.
Oscar expresa lo importante que es la solidaridad y cómo siempre ha habido este tipo de gestos de parte de los palestinos. Recordó que antes había un grupo de iraníes en las universidades que habían huido del régimen represivo del sha.
Cuando cayó el sha estos jóvenes regresaron a Irán, pero desafortunadamente no corrieron mejor suerte bajo el régimen del ayatola Kjhomeini. Oscar ve como positiva una posible apertura ahora en Irán.
Miles de tarjetas por la excarcelación
En la cárcel las botaron
De Irán pasamos a hablar de la campaña por su liberación. Nos explicó que en la cárcel se recibieron miles de tarjetas como parte de una iniciativa que desarrolló el grupo 32 x Oscar, que dirige Fernando Cabanillas. Fueron tantas las que se recibieron que la cárcel botó gran parte de ellas y solo le entregaron a él unas pocas como muestra.
Noel preguntó si la campaña desplegada en Puerto Rico por los distintos grupos (Comité de Derechos Humanos, 32 x Oscar, Las Mujeres en el Puente) había ayudado a mejorar sus condiciones de detención. Contestó que sí, que hay respeto hacia su persona por el reconocimiento que recibe.
“En la cárcel los demás presos saben quién soy por la campaña”, dijo.
Susler aclara que Oscar es también respetado por sus compañeros por su comportamiento hacia ellos y su conducta general.
Pero siguen existiendo condiciones especiales para unos pocos. En su caso, por ejemplo, cada dos horas tiene que ir donde un guardia a reportarse.
Jan Susler nos explicó que originalmente dijeron que era por 18 meses, pero hace 17 años que dura esa condición especial. Por ello tampoco lo pueden cambiar a mínima.
En 1998 lo trasladaron por fin a una cárcel de seguridad máxima, después de haber cumplido 12 años en la cárcel de súper máxima seguridad.
Sobre Barack Obama, Oscar comentó que le resulta muy difícil saber qué pensar. “Un día puede tomar una decisión buena y al otro hace algo repugnante”, señaló.
Obama, piensa Oscar, sobreestimó lo que él podía hacer como presidente. No estaba preparado para responder a la derecha. El racismo es algo bien exaltado en la sociedad estadounidense.
Si Hillary Clinton llegara a la presidencia, va a tener los mismos enemigos que Obama. La fuerza la tiene Wall Street, dice Oscar.
Por otra parte, comparó la situación de los presos políticos puertorriqueños con la de otros presos, como Leonard Peltier y los afroamericanos, que cumplen penas por delitos relacionados con la lucha por sus comunidades y se siente afortunado. Ellos no han tenido el reconocimiento que él sí tuvo.
Noel preguntó si la campaña desplegada en Puerto Rico por los distintos grupos (Comité de Derechos Humanos, 32 x Oscar, Las Mujeres en el Puente) había ayudado a mejorar sus condiciones de detención. Contestó que sí, que hay respeto hacia su persona por el reconocimiento que recibe.
“En la cárcel los demás presos saben quién soy por la campaña”, dijo.
Susler aclara que Oscar es también respetado por sus compañeros por su comportamiento hacia ellos y su conducta general.
Pero siguen existiendo condiciones especiales para unos pocos. En su caso, por ejemplo, cada dos horas tiene que ir donde un guardia a reportarse.
Jan Susler nos explicó que originalmente dijeron que era por 18 meses, pero hace 17 años que dura esa condición especial. Por ello tampoco lo pueden cambiar a mínima.
En 1998 lo trasladaron por fin a una cárcel de seguridad máxima, después de haber cumplido 12 años en la cárcel de súper máxima seguridad.
Sobre Barack Obama, Oscar comentó que le resulta muy difícil saber qué pensar. “Un día puede tomar una decisión buena y al otro hace algo repugnante”, señaló.
Obama, piensa Oscar, sobreestimó lo que él podía hacer como presidente. No estaba preparado para responder a la derecha. El racismo es algo bien exaltado en la sociedad estadounidense.
Si Hillary Clinton llegara a la presidencia, va a tener los mismos enemigos que Obama. La fuerza la tiene Wall Street, dice Oscar.
Por otra parte, comparó la situación de los presos políticos puertorriqueños con la de otros presos, como Leonard Peltier y los afroamericanos, que cumplen penas por delitos relacionados con la lucha por sus comunidades y se siente afortunado. Ellos no han tenido el reconocimiento que él sí tuvo.
Formar a los jóvenes para el futuro
La derecha se proyecta, “nosotros no”
Para Oscar hay dos factores que incidieron negativamente en los esfuerzos por su excarcelación: el 11 de setiembre de 2001 y el conservadurismo, el derechismo.
Hoy está leyendo el libro Dark Money, sobre los hermanos Koch.
El padre de los Koch fue el fundador de la John Birch Society, que maneja mil millones de dólares para la creación de estructuras sofisticadas que forman la manera de pensar, sobre todo de las nuevas generaciones.
Por eso Oscar entiende que siempre el futuro va a depender de cómo la juventud se forme. Y recordó en ese sentido los levantamientos de la década de 1960.
Refiriéndose por ejemplo a Puerto Rico, comentó que ahora hay mejores condiciones para dar un salto, pero el movimiento independentista adolece de un defecto mayor: no se proyecta a 15, 20 años, como sí lo hace esa derecha que tan bien representan los hermanos Koch.
“Todo lo que se pueda sembrar, la semilla de la unidad, es bien positivo. Si se logra una semilla de unidad, eso es una victoria”, dijo.
Y también: “si una persona obra a favor de la patria se le debe dar una oportunidad. Hay que lograr que los jóvenes se queden, e impedir la fuga de cerebros”.
Piensa al mismo tiempo que quien está en la diáspora no deja de ser puertorriqueño. “Tenemos que buscar la forma de que los que están en la diáspora sigan aportando a Puerto Rico. Miren cómo los irlandeses han aportado recursos a las luchas en el país”, dijo.
Para finalizar comentó: “odio la indolencia, la indolencia mental y la indolencia física. Yo no quiero vagos alrededor mío”.
Hoy está leyendo el libro Dark Money, sobre los hermanos Koch.
El padre de los Koch fue el fundador de la John Birch Society, que maneja mil millones de dólares para la creación de estructuras sofisticadas que forman la manera de pensar, sobre todo de las nuevas generaciones.
Por eso Oscar entiende que siempre el futuro va a depender de cómo la juventud se forme. Y recordó en ese sentido los levantamientos de la década de 1960.
Refiriéndose por ejemplo a Puerto Rico, comentó que ahora hay mejores condiciones para dar un salto, pero el movimiento independentista adolece de un defecto mayor: no se proyecta a 15, 20 años, como sí lo hace esa derecha que tan bien representan los hermanos Koch.
“Todo lo que se pueda sembrar, la semilla de la unidad, es bien positivo. Si se logra una semilla de unidad, eso es una victoria”, dijo.
Y también: “si una persona obra a favor de la patria se le debe dar una oportunidad. Hay que lograr que los jóvenes se queden, e impedir la fuga de cerebros”.
Piensa al mismo tiempo que quien está en la diáspora no deja de ser puertorriqueño. “Tenemos que buscar la forma de que los que están en la diáspora sigan aportando a Puerto Rico. Miren cómo los irlandeses han aportado recursos a las luchas en el país”, dijo.
Para finalizar comentó: “odio la indolencia, la indolencia mental y la indolencia física. Yo no quiero vagos alrededor mío”.