Heinz adquiere Kraft Foods
Malos tiempos se avecinan para los trabajadores

La denominan fusión, pero en realidad Heinz adquirió Kraft para dar nacimiento a la tercera mayor compañía alimentaria en Norteamérica y la quinta en el mundo, la que pasará a llamarse The Kraft Heinz Company.
Recordemos brevemente las historias que hay detrás.
H. J. Heinz es una transnacional estadounidense agroalimentaria famosa por su lema “57 variedades” de salsa.
Produce salsas de todo tipo entre las que destaca la salsa 57, más conocida como kétchup, también elabora condimentos, pastas, sopas enlatadas, ensaladas, platos preparados jugos y alimentos para niños.
Se divide en siete categorías de producción: condimentos y salsas; sopas, legumbres y pasta; atún; comidas para bebés; alimentos congelados; alimentos para animales; y otros. En nuestra región cuenta con fábricas en Brasil, Colombia, CostaRica, Ecuador, México y Venezuela.
El 14 de febrero de 2013, 3G Capital y Berkshire Hathaway anunciaron la compra de la compañía Heinz por 28.000 millones de dólares (incluyendo 5.000 millones de deudas), lo estableciendo la mayor transacción de la historia en el sector de alimentos.
Heinz quedó bajo la administración de 3G Capital y pese a que sus ventas en 2014 cayeron 4,6%, los beneficios crecieron como consecuencia de los recortes en la plantilla –6.650 trabajadores perdieron su empleo en el último año y medio– y de la política de bajar los costos en la que es especialista el trío brasileño.
La trayectoria de la compañía está llena de fusiones y divisiones.
En el año 2001 mediante una compra hostil, Phillip Morris adquirió la mayoría accionaria de Kraft. En 2007, Kraft Foods, se escindió del Grupo Altria, tenedor principal de Phillip Morris.
En 2012 cambió su nombre a Mondelez International, manteniendo el nombre Kraft Foods Group para América del Norte.
La nueva compañía tendrá doble sede en las ciudades estadounidenses Pittsburgh y Chicago y se estima que su cifra de negocios llegará 28.000 millones de dólares anuales, para tener una idea señalemos que es la mitad que la de PepsiCo.
Su cartera de productos contará con ocho marcas con un valor superior a los 1.000 millones de dólares cada una y cinco que superan los 500 millones. Estas marcas tienen una presencia muy fuerte en supermercados y restaurantes.
“Kraft cuenta con marcas que mes gustaban hace 35 años y me siguen gustando hoy”, confesó Warren Buffett al presentar la operación. La relación del magnate con la compañía data de cuando era accionista mayoritario de General Foods, antes de integrase en Phillip Morris.
Aunque la operación se presenta como una fusión, en la práctica es Heinz la que compra Kraft.
El 51% del capital estará de hecho controlado por los actuales propietarios de Heinz, mientras que el 49% restante estará en manos de los de Kraft.
Para financiarla, Lemann y Buffett hicieron una inyección conjunta de 10.000 millones de dólares a través de 3G Capital y Berkshire Hathaway.
Los nuevos propietarios esperan lograr 1.500 millones de dólares en ahorros por lo que en negocios se denomina sinergias.
La relación entre Leman y Buffett se remonta a 1998, cuando coincidieron en el consejo de administración de Gillette. Sus filosofías de inversión son muy similares, aunque la ejecución suele ser diferente.
El brasileño se involucra directamente en la gestión de las compañías en la que invierte capital y es especialista en la reducción de costes, mientras que el estadounidense deja hacer.
No es casualidad entonces que al frente de la nueva sociedad figurará Bernardo Hees.
Al igual que los propietarios de 3G Capital, Hees es carioca , en 2010 se asoció a 3G Capital pasando a comandar las operaciones globales de Burger King, y desde julio de 2013 es CEO de H. J. Heinz Company.
Está por ver como Hees puede revitalizar viejas marcas como Oscar Meyer, Maxwell o Philadelphia frente a consumidores que buscan nuevos gustos y alimentos saludables. Este cambio de tendencia está provocando la caída en las ventas de Kraft, lo que motivó la salida en diciembre de su consejero delegado.
De lo que no tenemos dudas es que aplicará la receta que viene utilizando el trío de brasileños desde los tiempos de Lojas Americanas, pasando por AmBev, Interbrew, Anheuser-Busch, BurgerKing y Heinz, consistente en abaratar costos negociando nuevos contratos con los proveedores y aplicando una política laboral caracterizada por la meritocracia (pago por resultados) y la reducción de puestos de trabajo.