08
Julio
2016
Colombia | Sociedad | ENTREVISTA

“El modelo diseñado para Colombia por Estados Unidos es incompatible con la equidad social”

En Buenos Aires, Gerardo Iglesias
20160708 hincapie714

Bryan Hincapié González | Foto: Gerardo Iglesias

Nacido en Cali hace 25 años, Bryan Hincapié González reside actualmente en Buenos Aires, donde lidera acciones vinculadas al Polo Democrático Alternativo con colombianos en el exterior. Bryan habló con La Rel de una variedad de temas: la crisis en su país, la vida en Argentina, su visión como joven, música y fútbol y las perspectivas de un cambio en Colombia.
-¿Cuándo viniste y qué te trajo a Buenos Aires?
-Hace tres años llegué a la ciudad primeramente a estudiar, como la mayoría de los colombianos que viven hoy en Argentina, que son varios y que muchas veces forman parte de una población migrante que va y viene.

Muchos no regresan por el tema económico y otros se quedan por lo mismo.

-¿También vienen por un tema económico?
-En Colombia es imposible estudiar si no tenés dinero. Un semestre en una universidad privada de Argentina ni se compara con lo que vale en una universidad colombiana, que sale alrededor de 4.000 dólares el cuatrimestre.

Acá en Buenos Aires sale hasta la mitad de ese valor la educación superior privada, pero la mayoría viene a estudiar a la educación pública, como la UBA, que no tiene ningún costo.

-Además de estudiar vienen también por la posibilidad de encontrar trabajo.
-Sí, eso es lo que tiene Argentina, que ofrece a los jóvenes colombianos poder estudiar y trabajar al mismo tiempo. Son muy pocos los que vienen solo a estudiar.

Ahora se ha dificultado un poco con el nuevo gobierno, pero Argentina sigue ofreciendo mejores condiciones para trabajar que Colombia.

Es más fácil encontrar empleo acá que allá.

-Sobre todo porque Colombia ha desmantelado su industria. En Cali, de dónde vienes, han cerrado muchas fábricas…
-¡Claro! Cali y sus alrededores tenían una histórica zona industrial muy importante para Colombia y ahora apenas concentran una pequeña industria que no es representativa ni siquiera para la economía del departamento.

-Tampoco es atractiva para el turismo internacional, o menos promocionada que otros lugares…
-Han querido fomentar el tema del turismo pero no es fácil en una ciudad con altos índices de violencia e inseguridad ciudadana.

La salsa es lo que atrae a los turistas, y es de lo poco que se puede hablar con alegría.

-No así del América de Cali…
-Yo soy del Deportivo Cali, así que puedo hablar con menos sufrimiento (risas).

Un mar de caña de azúcar en peligro
Trabajadores y productores a la deriva
-Y ahora se suma el problema de los productores y trabajadores de la caña de azúcar con la caída de los aranceles para la importación gracias al TLC con Estados Unidos, que deja con la soga al cuello a un sector del que dependen miles de familias.
-Yo pertenezco a esa generación que nació en medio de la caña, salía y veía caña por todos lados. Mis padres me contaban que antes había otros cultivos pero a mí me tocó ver solo caña.

Esta producción fue la que permitió desarrollar varios municipios del Valle del rio Cauca.

Lamentablemente, con las condiciones impuestas por el TLC, los ingenios se están quedando sin nada.

Esta situación es muy preocupante, sobre todo por la cantidad de gente que en el Valle va a quedar sin trabajo. Pero va más allá de los puestos de trabajo directo, ya que esto afectará a la gente que involucra toda la cadena productiva de la caña de azúcar.

-¿Qué extrañas de Cali?
-La familia siempre se extraña, pero fundamentalmente compartir con personas que tienen tus mismos gustos por la gastronomía y la música…

-¿Y el tango…?
-Me gusta, aunque prefiero los boleros. Yo vivo muy contento acá en Buenos Aires, extraño un poco la comida, sobre todo los condimentos, pero a mí me encanta la carne y acá estoy en mi salsa.

Extraño el sancocho, eso sí porque es bueno sobre todo para la resaca (ríe).

-¿Los jóvenes colombianos tienen un punto de encuentro, tienen alguna actividad que los nuclea?
-Afortunadamente he logrado hacer buenos amigos, sobre todo colombianos que conocí acá. Se da algo muy bueno, porque es una amistad que viene de la solidaridad, de poder ayudarse mutuamente.

Es bien diferente de las amistades que puedes construir en tu país.

Con estas personas hicimos un programa de radio pensando sobre todo en los migrantes que muchas veces no tienen ni idea de lo que está pasando en Colombia. Ahora estamos ampliando este proyecto a una revista digital.

-Vinculada al Polo Democrático Alternativo…
-Sí, en un comienzo éramos todos militantes o simpatizantes del Polo, pero siempre con la idea de hacer algo más plural, más amplio que los temas que toca el partido.

Con el Polo venimos trabajando puntos importantes, sobre todo con relación a las políticas que han aislado a los colombianos, que los han exiliado.

El Polo es la voz de rechazo a las políticas de Juan Manuel Santos también acá.

No hay nada más violento que el neoliberalismo
Cientos de miles de desplazados por la miseria
-Recientemente se ha firmado el acuerdo de paz, después de largos años de violencia instaurada que provocó el desplazamiento de muchos colombianos, sobre todo campesinos, pero no ha habido mayor violencia que el neoliberalismo, representada hoy en el gobierno de Santos.
-Sí, son años de gobiernos neoliberales pero este en particular ha sido feroz, ha logrado desplazar a colombianos dentro y fuera de Colombia.

La mayor población de colombianos fuera del país está en Venezuela, donde hay más de cinco millones, porque allí en su momento se les ofrecía mejores condiciones económicas.

La mayoría de los colombianos que estamos en Argentina no fuimos desplazados por la violencia armada y sí por la falta de oportunidades laborales, porque no podíamos estudiar.

En Chile hay alrededor de 80.000 colombianos que no pudieron conseguir un trabajo en Colombia, y los que están en Estados Unidos, en Europa todos son desplazados del neoliberalismo, esa es la realidad.

-Y la paz no es solo la ausencia de la guerra. ¿Cómo se logra la paz sin pan, sin trabajo?
-El Polo celebra la firma de un tratado de paz pero también advierte que esto no va a solucionar el problema de la desigualdad social, no se va a acabar como quiere hacer ver el presidente Santos.

Celebramos el fin de los fusiles en el campo pero no por eso dejamos de ver que no es la solución a todos los problemas de Colombia.

Siempre los movimientos de izquierda o los sociales fuimos tildados de guerrilleros si denunciábamos algo. Ahora con este acuerdo ya no tendrán la chance de etiquetarnos.

-¿Qué pasará con la gente que dejará las armas y que se sumará a los millones de desempleados que tiene Colombia y que encuentran un agro devastado, un sector que antes empleaba a muchas personas?
-Es complicado porque todo el modelo diseñado para Colombia desde Estados Unidos es incompatible con la equidad social.

El agro está en crisis y no es de ahora, desde la década de los 90, cuando se dio la apertura económica.

Colombia era el segundo productor mundial de café y ahora debe andar por el puesto 20, y todavía importa este producto.

Eso no solamente sucede con el café, que es emblemático para el país, pasa también con el maíz, la soja, el trigo, los cereales, la producción avícola y lechera. En este panorama no será sencillo ubicar a esta gente que sale de la guerra.

¿Dónde van a colocarlos a trabajar? El gobierno propone el sector del cultivo de palma, pero no es rentable ni genera empleo de calidad.

Referendo en defensa de la producción nacional
Un acto de dignidad
-Por eso se está impulsando un referendo de apoyo al agro colombiano, que será lanzado en un acto aquí también ¿cuéntame de eso?
-Lo del referendo surge a partir de una iniciativa de Dignidad Agropecuaria que se empieza a trabajar desde 2014 y que pretende modificar cuatro artículos de la Constitución relativos a la protección del agro.

Lo que queremos hacer acá en Buenos Aires es replicar esta iniciativa, replicar las voces de todos los colombianos que están luchando por la defensa de la producción nacional.

Estamos organizando un gran lanzamiento internacional de este acto conjuntamente con UITA que se realizará hoy 8 de julio, para que todos los colombianos que están viviendo fuera del país puedan firmar en favor de esta iniciativa.

-Es muy entusiasta escuchar a un joven hablar con tanta vitalidad desde la política partidaria. ¿Piensas que otra Colombia es posible?
-Sí, creo que esta generación de colombianos es diferente, una generación que surge en la era de las comunicaciones y la información y que deja entrever una pequeña luz en su forma de pensar y ver el mundo.

Dentro del Polo la nueva generación está llamada a ser el recambio en el partido.

Es una muestra de que se están generando oportunidades y afirmando que los jóvenes sí quieren formar parte de la política. Lo que pasa es que no hay espacios donde expresarse.

El Polo es un espacio para los jóvenes para reflexionar y debatir. Yo estoy desde que tengo 15 años en el partido, ya una década, y me siento igual de entusiasta que cuando empecé.  

Las posibilidades que tenemos para cambiar eso son muchas de cara a las elecciones de 2018, y en ello baso mi trabajo.