Un flagelo que perdura

A pesar de los avances legales y un mayor acceso a la información sobre el tema, el trabajo forzoso en condiciones análogas a la esclavitud es una triste realidad en el país continente.

La Rel conversó sobre este tema con Elias D’Angelo, secretario de Asalariados y Asalariadas Rurales de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Agricultura (Contag).

-¿Cómo ha evolucionado la lucha contra el trabajo esclavo en Brasil en los últimos años?
-Se ha avanzado enormemente en cuanto a los procesos de denuncia contra las empresas o empresarios que mantienen a trabajadores como esclavos pero sin dudas falta mucho todavía.

Pero avanzamos sí, contamos con un grupo de trabajadores y dirigentes que están conscientes e informados sobre este tema y por lo tanto mucho más activos en cuanto a las denuncias y los pasos que deben seguir para dar visibilidad a este crimen.

-¿Cuáles son los principales problemas que enfrentan en esta tarea?
-Uno de los principales obstáculos que enfrentamos en el combate al trabajo esclavo en Brasil es la falta de auditores fiscales que son quienes realizan las inspecciones en los locales de trabajo y este hecho hace que la cifra de rescatados también sea menor.

Existen varios pedidos de fiscalización y denuncia en el Ministerio del Trabajo, lamentablemente esta cartera no cuenta con el respaldo del gobierno ni con los recursos necesarios para llevar adelante un eficaz combate al trabajo esclavo.

De ahí que el papel de la Contag en general y de los trabajadores en particular sea tan importante para que se pueda combatir este flagelo que avergüenza al país.

-¿Crees que el sistema productivo de Brasil, con la expansión del agronegocio propicia el trabajo esclavo y la explotación de mano de obra como se da?
-Aquí se proclama que la frontera agrícola brasileña se expande cada vez más y es cierto que hay zonas donde es casi imposible llegar para los fiscales.

Por otra parte el modelo de producción de Brasil propicia a que se den situaciones de trabajadores en condiciones análogas a la esclavitud ya que es extremadamente capitalista.

Es un modelo donde el lucro y las ganancias de los productores rurales prima por sobre el bienestar de los trabajadores.

A pesar de que en términos de legislación laboral se haya avanzado enormemente en la defensa de los derechos de los trabajadores rurales, en la práctica el capitalismo es salvaje y el modelo de producción de Brasil es propicio para la explotación del trabajo esclavo.

-¿Se sigue dando el fenómeno de que el mayor número de trabajadores en estas condiciones son los que se desempeñan en los sectores de la agropecuaria?
-Si bien el mayor número de denuncias y también de rescates se realizan en establecimientos agrícolas, lamentablemente el trabajo esclavo no es exclusividad del medio rural, de hecho se ha venido extendiendo a las zonas urbanas y su faceta más sórdida se manifiesta con los trabajadores migrantes.

Haitianos, senegaleses, chinos, entre otros, son ahora los más vulnerables a esta práctica criminal. En general trabajan en maquilas o en la construcción y son las principales víctimas de empresarios inescrupulosos que se aprovechan de su condición para explotarlos y esclavizarlos.

-¿Qué actividades tienen pautadas para la jornada de hoy?
-En esta jornada se cumplen 10 años de los asesinatos de tres auditores fiscales y un chofer del Ministerio de Trabajo, vilmente acribillados cuando investigaban denuncias de trabajo esclavo en el estado de Minas Gerais.

Para este día, Contag está realizando actividades en varios estados conjuntamente con el lanzamiento de una campaña nacional de combate al trabajo esclavo con especial relevancia en el portal web de denuncia, que será un canal muy importante para poder llegar a más puntos del país y hacer efectivo el combate a este tipo de prácticas.

Quisiera aprovechar la oportunidad para agradecer a la Rel-UITA, en especial al compañero Gerardo Iglesias con quien hemos contado siempre y de quien recibimos un respaldo incondicional en esta lucha y en otras tantas.