03
Mayo
2017
Costa Rica | Sindicatos | 1 DE MAYO

“Quienes producimos riqueza tenemos derecho a vivir mejor”

Fentrag
20170503  Maikol Hernandez 960x500

Foto: Giorgio Trucchi  

Tras recordar las raíces del sindicalismo en su país, Maikol Hernández, secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores de la Agroindustria y Afines de Costa Rica (FENTRAG), destaca las luchas actuales del movimiento obrero costarricense y en particular de su Federación, inmersa en un proceso de reestructura. La Rel reproduce los fragmentos centrales de su comunicado.
El periodo de vacaciones, la jornada de ocho horas, el pago de horas extras, seguro de enfermedad, riesgos profesionales, el salario mínimo, las condiciones de trabajo aceptables, la licencia por maternidad y demás conquistas son producto de mucho sacrificio de generaciones anteriores.

Hoy día todo esos derechos parecen naturales, pero debemos enfatizar que no cayeron del cielo, ni fueron otorgadas por generosidad de gobernantes ni empresarios filántropos.

La lección de la historia es clara: ellos abrieron el camino de la lucha hacia la obtención de condiciones laborales más justas.

De esta forma nos enseñaron que unidos y organizados en sindicatos debemos continuar la lucha.

Todavía en este siglo XXI, en Costa Rica existen muchos trabajadores/as que no están cubiertos por el seguro social, no tienen contrato de trabajo ni salario mínimo y menos pago de horas extras.

Mayoritariamente eso sucede en la empresa privada, en los sectores de construcción, servicios turísticos, call centers, agricultura, entre otros. Son despedidos arbitrariamente, negándoles el derecho de organizarse en sindicatos y negociar colectivamente.

El sindicalismo fue, ha sido y seguirá siendo el instrumento clave para defender a los trabajadores, por eso, el sector empresarial lo adversa, desacredita y margina.

FENTRAG y sus sindicatos afiliados, SINTRAICA, SINTRASTAFCOR, SITRAP, SINTRAPIFRUT, SITRAPA y SINTRACOBAL son conscientes de lo alcanzado pero también vienen trabajando por mejorar su estructura, ampliar su radio de acción, promover afiliación en el sector agroindustrial y crecer en organización.

Estamos comprometidos en hacer un sindicalismo nuevo, con dirigentes estudiosos, capacitados y con visión al futuro, que trabaje en equipo para que el desempeño sea eficiente.

Por eso hablamos de auto-reforma sindical (reformas estatutarias en esa línea, organización sectorial, afiliación internacional a la UITA).

En definitiva el mundo laboral ha cambiado y nosotros como federación sindical nos esforzamos por estar a la altura de la época.
En 1913, se celebró por primera vez en Costa Rica el 1 de mayo.

Un grupo integrado por intelectuales, maestros, profesores, escritores, panaderos, artesanos y obreros, informados de los avances políticos y sociales que se estaban dando en los países de Europa Central y en otras partes del mundo, tomaron la decisión de salir a la calle y proclamar a viva voz que los trabajadores costarricenses también eran ciudadanos del mundo con derechos.

Esos compatriotas valientes dejaron huella en la historia y también marcaron el camino de luchas posteriores como la liderada por Carlos Luis Fallas, “Calufa”, en 1934 ,quien marchó desde la zona atlántica hasta San José, denunciando las malas condiciones que vivían los trabajadores bananeros.

Hoy los recordamos con agradecimiento y cariño.

En este contexto histórico y de lucha continua, en FENTRAG nos proclamamos combativos y celebramos porque orgullosamente somos la organización sindical más representativa e importante del sector privado costarricense.

Enseñemos con el ejemplo, seamos solidarios y disciplinados. Recordemos siempre a los Mártires de Chicago, que ofrecieron sus vidas en 1886, porque la jornada de ocho horas fuera de cumplimiento obligatorio.

Valoremos a los costarricenses que hace 104 años desfilaron por primera vez en esta misma fecha y señalaron con firmeza que el trabajador asalariado es digno y merece respecto.

Recordemos a Calufa, un zapatero, un bananero, quien narró con realismo las dramáticas condiciones laborales en las bananeras y que actualmente es orgullo costarricense por sus luchas transcritas en obras literarias.

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