22
Mayo
2017
“No queremos un salario pobre para los trabajadores de la alimentación”
Nelson Godoy
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Héctor Morcillo | Foto: Nelson Godoy
El 11 de mayo, tras rechazar la oferta presentada por la Cámara Empresarial, la Federación Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA) convocó a un paro de actividades de 2 horas por turno en reclamo de salarios dignos para los trabajadores y trabajadoras de la alimentación. Héctor Morcillo, secretario ajunto de la FTIA, conversó con la Rel acerca del desarrollo de esta medida.
-¿Cuáles fueron las repercusiones del paro en los establecimientos?
-Tuvo un nivel muy alto de acatamiento sobre todo en las provincias, donde está más concentrado el sector, pero se sintió a lo largo y ancho del país.
La primera repercusión fue que el Ministerio de Trabajo dictaminó la conciliación obligatoria a partir de la cero hora del pasado viernes. Esto determinó que no continuaran las medidas y se abriera un compás de negociación.
La conciliación obligatoria durará 15 días hábiles. Ya hemos tenido una primera reunión con la cámara empresarial, pero todavía no nos han presentado una propuesta seria.
Si no hay un próximo acuerdo profundizaremos el plan de lucha. Hoy mismo (lunes 22) marchamos hacia la sede de la Cámara Empresaria.
-¿Cuáles son los reclamos?
-Estamos reclamando un aumento de salario digno, por varias razones. La primera es el aumento indiscriminado de los precios, un punto en el que hay gran responsabilidad de los empresarios de nuestro sector, que han aumentado constantemente los precios de los artículos alimenticios, que luego son remarcados en los supermercados.
Ellos proponen que nos conformemos con un aumento salarial equivalente a la inflación medida por el gobierno, y nosotros respondemos que no, que el índice inflacionario es un promedio que no refleja la realidad global.
La inflación hoy está en el orden de 27,6 a 28 por ciento, pero hay artículos básicos que han aumentado mucho más: el precio de la leche creció más de 48 por ciento, el aceite aumentó más de 70, las carnes más del 100.
Hoy con la misma hora de trabajo tengo menos capacidad de compra de esos artículos. Hemos perdido calidad de vida, capacidad de compra.
Los empresarios dicen que con nuestros reclamos somos generadores de inflación. Una absoluta mentira, porque -repito- ellos vienen remarcando los precios mes a mes y nuestros salarios no aumentaron en el último año.
Y eso en un contexto en que, por una opción de política monetaria, el dólar se ha mantenido estable. El ajuste, entonces lo estamos pagando nosotros. Nos están, de hecho, volviendo a niveles de pobreza.
-Pese a la conciliación dictada por Ministerio ustedes siempre han estado dispuestos a negociar.
-Nosotros siempre hemos negociado. Pero sabemos que hoy el gobierno tiene una clara postura de que los aumentos salariales no superen el 20 por ciento.
No vamos a aceptar ningún techo, como no lo aceptamos bajo el gobierno anterior. Si existen paritarias libres no tiene que haber pautas, ni techos, ni límites al pedido salarial.
Sin duda hay una actitud que los grandes grupos concentrados y las grandes empresas, que están desarrollando un proceso de apropiación de los recursos de la población en forma alevosa.
-Tuvo un nivel muy alto de acatamiento sobre todo en las provincias, donde está más concentrado el sector, pero se sintió a lo largo y ancho del país.
La primera repercusión fue que el Ministerio de Trabajo dictaminó la conciliación obligatoria a partir de la cero hora del pasado viernes. Esto determinó que no continuaran las medidas y se abriera un compás de negociación.
La conciliación obligatoria durará 15 días hábiles. Ya hemos tenido una primera reunión con la cámara empresarial, pero todavía no nos han presentado una propuesta seria.
Si no hay un próximo acuerdo profundizaremos el plan de lucha. Hoy mismo (lunes 22) marchamos hacia la sede de la Cámara Empresaria.
-¿Cuáles son los reclamos?
-Estamos reclamando un aumento de salario digno, por varias razones. La primera es el aumento indiscriminado de los precios, un punto en el que hay gran responsabilidad de los empresarios de nuestro sector, que han aumentado constantemente los precios de los artículos alimenticios, que luego son remarcados en los supermercados.
Ellos proponen que nos conformemos con un aumento salarial equivalente a la inflación medida por el gobierno, y nosotros respondemos que no, que el índice inflacionario es un promedio que no refleja la realidad global.
La inflación hoy está en el orden de 27,6 a 28 por ciento, pero hay artículos básicos que han aumentado mucho más: el precio de la leche creció más de 48 por ciento, el aceite aumentó más de 70, las carnes más del 100.
Hoy con la misma hora de trabajo tengo menos capacidad de compra de esos artículos. Hemos perdido calidad de vida, capacidad de compra.
Los empresarios dicen que con nuestros reclamos somos generadores de inflación. Una absoluta mentira, porque -repito- ellos vienen remarcando los precios mes a mes y nuestros salarios no aumentaron en el último año.
Y eso en un contexto en que, por una opción de política monetaria, el dólar se ha mantenido estable. El ajuste, entonces lo estamos pagando nosotros. Nos están, de hecho, volviendo a niveles de pobreza.
-Pese a la conciliación dictada por Ministerio ustedes siempre han estado dispuestos a negociar.
-Nosotros siempre hemos negociado. Pero sabemos que hoy el gobierno tiene una clara postura de que los aumentos salariales no superen el 20 por ciento.
No vamos a aceptar ningún techo, como no lo aceptamos bajo el gobierno anterior. Si existen paritarias libres no tiene que haber pautas, ni techos, ni límites al pedido salarial.
Sin duda hay una actitud que los grandes grupos concentrados y las grandes empresas, que están desarrollando un proceso de apropiación de los recursos de la población en forma alevosa.