12
Junio
2017
Argentina | Sindicatos | ALIMENTACIÓN

No hay lugar al chantaje

En Buenos Aires, Gerardo Iglesias
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Foto: Gerardo Iglesias

Héctor Morcillo, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación de Córdoba e integrante de la dirección de la Federación de Trabajadores de la Industria Alimentaria (FTIA), desmintió la existencia de negociaciones entre el gremio y representantes del gobierno y de las cámaras empresariales del sector.
El diario Clarín sostuvo esta semana que el Sindicato estaba avanzando en negociaciones con empresas del área, en particular Unilever, y con el representantes del Ejecutivo de Mauricio Macri.

Según esa versión, el STIA y la FTIA habrían aceptado conversar con las cámaras de la alimentación sobre la base del acuerdo al que llegaron los trabajadores petroleros de Vaca Muerta con las empresas del área, un acuerdo “en el que todos ceden a cambio de menores costos y mayor empleo”.

COPAL, la cámara que los agrupa (a los empresarios), sostiene que los salarios de los operarios argentinos duplican a los de Brasil, el ausentismo promedia el 10 por ciento y la inflexibilidad en cuanto a que no se puede asignar una tarea distinta a la establecida complica la organización productiva y eleva los costos”.

Morcillo negó la veracidad de esas versiones. “No existen dichas negociaciones o conversaciones con ningún gremio local del STIA y mucho menos con la Federación”, dijo a La Rel.

Recordó que los sindicatos de la alimentación no aceptarán ligar los aumentos salariales a una mejora de la productividad porque en el sector no hay, ni de cerca, una crisis similar a la que afecta al área energética, en particular la petrolera.