15
Febrero
2017
Trabajadores de PepsiCo en Pakistán denuncian represión sindical y precariedad laboral
Los nadie salen a la calle
Rel-UITA
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Cientos de trabajadores y trabajadoras de la filial de PepsiCo en Lahore, Pakistán, se movilizan contra la represión a su organización sindical, sus condiciones de labor y la negativa patronal a negociar.
Las trabajadoras han sido particularmente activas en las protestas. Pero son invisibles: el último informe de inspección de fábrica, de marzo de 2016, ni siquiera indica su presencia en el lugar.
El informe destaca, de todas maneras, que de los más de 1.500 trabajadores y trabajadoras empleados en la fábrica durante el último año, solamente 134 tenían empleo permanente.
Los trabajadores y trabajadoras están decididos a defender a su sindicato, que fue oficialmente reconocido.
PepsiCo respondió a esta demanda de derechos y reconocimiento acosando y amenazando a los dirigentes sindicales y presionando a los trabajadores y trabajadoras para que dejen el sindicato y creen uno amarillo para usurpar los derechos de negociación colectiva.
Ante esa situación, los trabajadores y trabajadoras han salido a dar la cara y alertar públicamente sobre su situación.
“Hace 11 años que trabajo como embaladora en PepsiCo FritoLay. En 2008, me caí de la máquina que estaba limpiando, me golpeé y quedé inconsciente. Estuve en el suelo durante casi dos horas antes de que me trasladaran al hospital. Necesité 10 puntos de sutura en la cabeza”, dijo Samina Mehdood, afiliada al sindicato.
La compañía no pagó ninguno de sus gastos médicos, por los cual Samina debió gastar todo su dinero en tratamientos y medicamentos.
Otra afiliada al gremio, Anwar Bibi, contó que trabaja en la planta de la transnacional en Lahore desde hace cinco años, en el departamento de residuos, según el sistema de que si no hay trabajo, no cobra.
“Siempre he llegado a la fábrica a las 5 de la mañana y si lo hago unos pocos minutos tarde mi puesto ya está ocupado por otra trabajadora contractual que llegó antes. Si no consigo trabajo, perdí el tiempo y tengo que pagar el transporte de regreso a casa. La compañía dice que no es problema suyo, ¿pero quién es el responsable entonces?"
Khadim Hussain ingresó a PepsicCo en 2009 y desde ese año labora en condiciones precarias, sin trabajo garantizado de un día para otro.
“En los últimos tres años he trabajado como cargador en el departamento de residuos. Tengo un problema en la pierna y no puedo cargar peso pero la dirección nunca lo tuvo en cuenta y me puso en el departamento de carga”.
Luego que Hussain se afiliara al Sindicato, la gerencia lo presionó y le ofreció trasladarlo a otro departamento si renunciaba al gremio.
“Rechacé la oferta y mi puesto sigue siendo precario. ¡Me quedo en el sindicato y pido empleo permanente!", concluyó.
El informe destaca, de todas maneras, que de los más de 1.500 trabajadores y trabajadoras empleados en la fábrica durante el último año, solamente 134 tenían empleo permanente.
Los trabajadores y trabajadoras están decididos a defender a su sindicato, que fue oficialmente reconocido.
PepsiCo respondió a esta demanda de derechos y reconocimiento acosando y amenazando a los dirigentes sindicales y presionando a los trabajadores y trabajadoras para que dejen el sindicato y creen uno amarillo para usurpar los derechos de negociación colectiva.
Ante esa situación, los trabajadores y trabajadoras han salido a dar la cara y alertar públicamente sobre su situación.
“Hace 11 años que trabajo como embaladora en PepsiCo FritoLay. En 2008, me caí de la máquina que estaba limpiando, me golpeé y quedé inconsciente. Estuve en el suelo durante casi dos horas antes de que me trasladaran al hospital. Necesité 10 puntos de sutura en la cabeza”, dijo Samina Mehdood, afiliada al sindicato.
La compañía no pagó ninguno de sus gastos médicos, por los cual Samina debió gastar todo su dinero en tratamientos y medicamentos.
Otra afiliada al gremio, Anwar Bibi, contó que trabaja en la planta de la transnacional en Lahore desde hace cinco años, en el departamento de residuos, según el sistema de que si no hay trabajo, no cobra.
“Siempre he llegado a la fábrica a las 5 de la mañana y si lo hago unos pocos minutos tarde mi puesto ya está ocupado por otra trabajadora contractual que llegó antes. Si no consigo trabajo, perdí el tiempo y tengo que pagar el transporte de regreso a casa. La compañía dice que no es problema suyo, ¿pero quién es el responsable entonces?"
Khadim Hussain ingresó a PepsicCo en 2009 y desde ese año labora en condiciones precarias, sin trabajo garantizado de un día para otro.
“En los últimos tres años he trabajado como cargador en el departamento de residuos. Tengo un problema en la pierna y no puedo cargar peso pero la dirección nunca lo tuvo en cuenta y me puso en el departamento de carga”.
Luego que Hussain se afiliara al Sindicato, la gerencia lo presionó y le ofreció trasladarlo a otro departamento si renunciaba al gremio.
“Rechacé la oferta y mi puesto sigue siendo precario. ¡Me quedo en el sindicato y pido empleo permanente!", concluyó.
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Foto: UITA Ginebra