26
Julio
2017
III Reunión del Clamu
Intervención de Patricia Alonso
Intervención de Patricia Alonso
“Las batallas más duras se presentan a los mejores guerreros y guerreras”
Rel-UITA

Patricia Alonso
Patricia Alonso, presidenta del Comité Latinoamericano de la Mujer de la UITA (Clamu) reflexionó sobre la coyuntura que enfrenta el movimiento sindical latinoamericano y también sobre el alarmante aumento de la violencia hacia las mujeres. Transcribimos a continuación lo principal de su intervención, en la tercera reunión del Comité que se celebró en Brasilia el 12 y 13 de julio.
Es muy difícil poder establecer con claridad un diagnóstico de la realidad en el actual mundo del trabajo. Considero que el movimiento sindical debe hacer una profunda autocrítica pero también creo que no somos los culpables de todo lo que está sucediendo.
Estoy convencida que esto se trata de un plan sistemático de quienes se ocupan de concentrar el poder para dominar absolutamente el mundo.
En los años 70 nos torturaron, nos violaron, nos desaparecieron, ahora nos sobornan, nos corrompen, esa es la nueva forma de dominación.
Debemos ser mucho más inteligentes en el momento de generar estrategias de combate de esta dominación.
La división que intentan forjar en el plano de la política partidaria nos lastima a todos y fundamentalmente a aquellos que debemos tutelar: los trabajadores y trabajadoras latinoamericanos que sufren precarización, flexibilización, pobreza.
En Argentina 30 por ciento de personas viven en la pobreza y un 7 por ciento está por debajo de la línea de indigencia. Eso es vergonzoso.
A pesar de una coyuntura a las leguas pesimista mantengo un atisbo de esperanza porque estamos todos juntos acá y estoy convencida de que las batallas más duras se le presentan a los mejores guerreros y guerreras.
Estoy convencida que esto se trata de un plan sistemático de quienes se ocupan de concentrar el poder para dominar absolutamente el mundo.
En los años 70 nos torturaron, nos violaron, nos desaparecieron, ahora nos sobornan, nos corrompen, esa es la nueva forma de dominación.
Debemos ser mucho más inteligentes en el momento de generar estrategias de combate de esta dominación.
La división que intentan forjar en el plano de la política partidaria nos lastima a todos y fundamentalmente a aquellos que debemos tutelar: los trabajadores y trabajadoras latinoamericanos que sufren precarización, flexibilización, pobreza.
En Argentina 30 por ciento de personas viven en la pobreza y un 7 por ciento está por debajo de la línea de indigencia. Eso es vergonzoso.
A pesar de una coyuntura a las leguas pesimista mantengo un atisbo de esperanza porque estamos todos juntos acá y estoy convencida de que las batallas más duras se le presentan a los mejores guerreros y guerreras.
Sobre el femicidio en la región
Cifras alarmantes
En América Latina, el número de mujeres asesinadas por el solo hecho de ser mujeres es escalofriante, pero a esto se suma además la saña con que son cometidos estos femicidios.
En Argentina, el último informe sobre el tema muestra un terrible incremento de la crueldad con que son atacadas las mujeres víctimas de femicidio.
Desde las que son asesinadas y literalmente tiradas a la basura, a las que son prendidas fuego vivas, empaladas hasta la muerte y también el aumento de las víctimas colaterales, generalmente niños y niñas que se quedan sin madre y con un padre asesino en la cárcel.
Es fundamental que empecemos a tomar conciencia de que estos casos, que son a las claras aberrantes para todos, no son más que el último eslabón de una larga cadena de violencia naturalizada hacia las mujeres.
Este sentido de pertenencia, de cosificación de la mujer que la hace ser de propiedad de otro forma parte de una estructura machista muy presente todavía y que nos somete a todos.
Este no es un problema de las mujeres es de todos, de la sociedad en su conjunto y desde nuestro lugar de sindicalistas tenemos que analizar cuánto nos afecta y de qué forma está inmersa esa estructura en nuestras organizaciones.
Tenemos el deber de plantearnos cuántas cuestiones de este tipo naturalizamos en nuestro día a día y en nuestras organizaciones.
En Argentina, el último informe sobre el tema muestra un terrible incremento de la crueldad con que son atacadas las mujeres víctimas de femicidio.
Desde las que son asesinadas y literalmente tiradas a la basura, a las que son prendidas fuego vivas, empaladas hasta la muerte y también el aumento de las víctimas colaterales, generalmente niños y niñas que se quedan sin madre y con un padre asesino en la cárcel.
Es fundamental que empecemos a tomar conciencia de que estos casos, que son a las claras aberrantes para todos, no son más que el último eslabón de una larga cadena de violencia naturalizada hacia las mujeres.
Este sentido de pertenencia, de cosificación de la mujer que la hace ser de propiedad de otro forma parte de una estructura machista muy presente todavía y que nos somete a todos.
Este no es un problema de las mujeres es de todos, de la sociedad en su conjunto y desde nuestro lugar de sindicalistas tenemos que analizar cuánto nos afecta y de qué forma está inmersa esa estructura en nuestras organizaciones.
Tenemos el deber de plantearnos cuántas cuestiones de este tipo naturalizamos en nuestro día a día y en nuestras organizaciones.

Fotos: Nelson Godoy