07
Julio
2017
Con Artur Bueno de Camargo
La reforma laboral y sindical
A medida de los empresarios
En Brasilia, Gerardo Iglesias
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Artur Bueno de Camargo | Foto: Gerardo Iglesias
La reforma laboral que impulsa el presidente Michel Temer favorecerá sólo a los grandes capitales y perjudicará gravemente a la masa asalariada y a los sindicatos, dice en esta entrevista con La Rel el presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores de las Industrias de la Alimentación y Afines de Brasil (CNTA Afins).
-Si pasa en el Senado este proyecto de ley de reforma laboral, ¿cuáles serían los efectos negativos para los trabajadores y trabajadoras?
-Antes que nada es importante resaltar que este presidente no tiene ningún compromiso con la sociedad ni con el futuro político pues no es candidato a más nada.
Su único compromiso es con su partido y con los grupos empresariales que financiarán a los próximos candidatos dentro del PMDB.
Por otro lado, en el Congreso está comprando votos de los senadores y diputados a cambio de presupuesto público y hasta de cargos públicos para miembros de los partidos de cada legislador que vote las reformas.
Con relación a la reforma laboral, cuando salió del Ejecutivo partió con 7 puntos, al pasar por la Cámara de Diputados fueron agregados otros 90, todos ellos en detrimento de la clase obrera y del movimiento sindical. Vale destacar que esta propuesta de reforma esconde también una reforma sindical.
Cuando el gobierno alega que no está modificando la Constitución Federal, falta a la verdad. No toca los artículos directamente pero permite el trabajo intermitente.
-Antes que nada es importante resaltar que este presidente no tiene ningún compromiso con la sociedad ni con el futuro político pues no es candidato a más nada.
Su único compromiso es con su partido y con los grupos empresariales que financiarán a los próximos candidatos dentro del PMDB.
Por otro lado, en el Congreso está comprando votos de los senadores y diputados a cambio de presupuesto público y hasta de cargos públicos para miembros de los partidos de cada legislador que vote las reformas.
Con relación a la reforma laboral, cuando salió del Ejecutivo partió con 7 puntos, al pasar por la Cámara de Diputados fueron agregados otros 90, todos ellos en detrimento de la clase obrera y del movimiento sindical. Vale destacar que esta propuesta de reforma esconde también una reforma sindical.
Cuando el gobierno alega que no está modificando la Constitución Federal, falta a la verdad. No toca los artículos directamente pero permite el trabajo intermitente.
Un ataque frontal a los sindicatos
Desregulaciones y precarizaciones
-¿Se trata de un sistema de jornada móvil por el que aquí fue condenada la cadena de comidas rápidas McDonald’s?
-Exactamente. Consiste en que el trabajador o la trabajadora tiene que estar a disposición del empleador: si trabaja dos horas gana por dos horas y si no trabaja no gana nada, amén de que tiene que pasar a veces hasta más de ocho disponible.
Otro aspecto muy perjudicial del proyecto de reforma refiere a las trabajadoras embarazadas. Según se plantea, podrán realizar trabajos insalubres en el período de gestación si el médico de la empresa así lo decide.
El proyecto incluye además la posibilidad de que las empresas empleen a trabajadores bajo la modalidad de persona jurídica (PJ), es decir una unipersonal que factura por servicios a otra empresa.
Al pasar a ser PJ, el trabajador o la trabajadora pierde todos los beneficios sociales, pierde el movimiento sindical porque no puede representar a autónomos y pierde la seguridad social, que dejará de cobrar el 20 por ciento que aportan las empresas.
-A esto se suma la ya aprobada ley de tercerizaciones.
-Sí. Ahora ya es posible tercerizar todas las actividades dentro de una empresa. Con esto se desmantela el movimiento sindical al tiempo que se quitan derechos a los trabajadores en general.
Al permitir la contratación de personas jurídicas, al permitir la tercerización extensiva a todas las actividades, y al permitir que los trabajadores negocien directamente con la empresa sin necesidad de que medie la organización sindical, el proyecto acota la representatividad de los trabajadores poniendo en peligro la existencia de los sindicatos.
-Exactamente. Consiste en que el trabajador o la trabajadora tiene que estar a disposición del empleador: si trabaja dos horas gana por dos horas y si no trabaja no gana nada, amén de que tiene que pasar a veces hasta más de ocho disponible.
Otro aspecto muy perjudicial del proyecto de reforma refiere a las trabajadoras embarazadas. Según se plantea, podrán realizar trabajos insalubres en el período de gestación si el médico de la empresa así lo decide.
El proyecto incluye además la posibilidad de que las empresas empleen a trabajadores bajo la modalidad de persona jurídica (PJ), es decir una unipersonal que factura por servicios a otra empresa.
Al pasar a ser PJ, el trabajador o la trabajadora pierde todos los beneficios sociales, pierde el movimiento sindical porque no puede representar a autónomos y pierde la seguridad social, que dejará de cobrar el 20 por ciento que aportan las empresas.
-A esto se suma la ya aprobada ley de tercerizaciones.
-Sí. Ahora ya es posible tercerizar todas las actividades dentro de una empresa. Con esto se desmantela el movimiento sindical al tiempo que se quitan derechos a los trabajadores en general.
Al permitir la contratación de personas jurídicas, al permitir la tercerización extensiva a todas las actividades, y al permitir que los trabajadores negocien directamente con la empresa sin necesidad de que medie la organización sindical, el proyecto acota la representatividad de los trabajadores poniendo en peligro la existencia de los sindicatos.
Un movimiento sindical fragilizado
Cada quien por su lado y con su partido
-Toda esta situación nos llega en un momento complicado, de división y dispersión del movimiento obrero…
-Esta reforma llega en un momento donde el movimiento sindical está fragilizado, atomizado en 9 centrales, la gran mayoría de ellas vinculadas a partidos políticos, lo que agrava el problema.
Por otro lado el sindicalismo en Brasil margina a los trabajadores y trabajadoras desempleados, que además de perder el empleo, la atención médica, el sindicato “los deja de lado”.
-¿Qué pasa con el impuesto sindical?
-Actualmente contamos con una contribución sindical obligatoria que consiste en el descuento de un día laboral por cada trabajador y trabajadora. La recaudación se divide de la siguiente manera: 60 por ciento para el sindicato, 15 para la federación, 5 para la confederación y 20 para el gobierno, que destina 10 por ciento a las centrales sindicales.
El proyecto de reforma plantea la no obligatoriedad de ese descuento, siendo necesario que cada trabajador o trabajadora exprese o declare mediante un documento firmado a la empresa que quiere que se mantenga esa retención para la cuota sindical. Eso debe hacerlo todos los años y ahí es donde radica el problema.
Si el trabajador tiene que autorizar a la empresa a que haga el descuento puede sufrir presiones de todo tipo. Es como poner al zorro a cuidar el gallinero y se promoverá también el amarillismo sindical.
Por todo esto es que rechazamos esta reforma. No podemos bajar los brazos ni siquiera si se aprueba. La resistiremos con todas las fuerzas y con las acciones, entre otras, que estamos realizando desde el Foro Sindical de Trabajadores para generar conciencia política en los trabajadores y las trabajadoras con el fin de que estos senadores y diputados no sean reelectos y que podamos votar para 2018 un Congreso ético, responsable y al servicio de la gente.
-Esta reforma llega en un momento donde el movimiento sindical está fragilizado, atomizado en 9 centrales, la gran mayoría de ellas vinculadas a partidos políticos, lo que agrava el problema.
Por otro lado el sindicalismo en Brasil margina a los trabajadores y trabajadoras desempleados, que además de perder el empleo, la atención médica, el sindicato “los deja de lado”.
-¿Qué pasa con el impuesto sindical?
-Actualmente contamos con una contribución sindical obligatoria que consiste en el descuento de un día laboral por cada trabajador y trabajadora. La recaudación se divide de la siguiente manera: 60 por ciento para el sindicato, 15 para la federación, 5 para la confederación y 20 para el gobierno, que destina 10 por ciento a las centrales sindicales.
El proyecto de reforma plantea la no obligatoriedad de ese descuento, siendo necesario que cada trabajador o trabajadora exprese o declare mediante un documento firmado a la empresa que quiere que se mantenga esa retención para la cuota sindical. Eso debe hacerlo todos los años y ahí es donde radica el problema.
Si el trabajador tiene que autorizar a la empresa a que haga el descuento puede sufrir presiones de todo tipo. Es como poner al zorro a cuidar el gallinero y se promoverá también el amarillismo sindical.
Por todo esto es que rechazamos esta reforma. No podemos bajar los brazos ni siquiera si se aprueba. La resistiremos con todas las fuerzas y con las acciones, entre otras, que estamos realizando desde el Foro Sindical de Trabajadores para generar conciencia política en los trabajadores y las trabajadoras con el fin de que estos senadores y diputados no sean reelectos y que podamos votar para 2018 un Congreso ético, responsable y al servicio de la gente.