02
Junio
2016
Argentina | Sindicatos | CONGRESO

“Avanzar en el proceso de unificación del movimiento obrero argentino”

Rel-UITA
20160602 satif714

Foto: SATIF

El Sindicato Argentino de Trabajadores de la Industria Fideera  (SATIF) realizó los días 19 y 20 de abril su 35 congreso en la localidad cordobesa de Huerta Grande en un contexto de recomposición y de redefiniciones del movimiento sindical nacional. La Rel reproduce a continuación el texto integral de la declaración final del encuentro.
Como todos los años, el Congreso General de Delegados del SATIF es un tiempo y un espacio en los que coincidimos para  un intercambio de ideas y de información, y para la reflexión y el debate sobre la situación de la clase trabajadora y del movimiento sindical en general, y en nuestro país en particular.

Es sabido que la historia se mueve con flujos y reflujos, es decir con avances y retrocesos.

Así como la primera parte del siglo XXI sorprendió con muchos gobiernos populares y progresistas en Latinoamérica, hoy es válido preguntarse si hemos dejado pasar una oportunidad histórica para avanzar en el proceso de integración regional o si se nos ha escapado de las manos la posibilidad de construir un bloque regional con capacidad de enfrentar los poderes económicos y financieros mundiales.

La mayoría de esos gobiernos se encuentran en crisis o han sufrido graves derrotas electorales, en general atribuibles a sus marchas y contramarchas y a sus propias contradicciones, más que a virtudes de sus adversarios, lo que ha permitido que el avance del neoliberalismo y su ofensiva contra los derechos de los trabajadores haya llegado a nuestras costas.

En Argentina los sectores más vulnerables de la sociedad y los trabajadores están sufriendo un brutal ajuste de las tarifas de los servicios públicos esenciales, acompañado por un proceso inflacionario que, lejos de detenerse, se acelera mes a mes, golpeando salvajemente el bolsillo de la mayoría del pueblo.

Paralelamente, se ha producido una gigantesca transferencia de recursos a favor de determinados sectores económicos y financieros.

Es probable que el nuevo gobierno haya heredado graves problemas económicos y sociales del anterior, pero hasta ahora la impresión es que la medicación utilizada está matando al enfermo.

En este marco se desarrolla la actual ronda de negociaciones paritarias. Para el sector sindical es el peor escenario, ya que debe luchar por preservar el valor adquisitivo del salario, como aspiración de máxima, en medio de una grave crisis económica que parece llevarnos a un proceso recesivo.

Confiamos plenamente en los compañeros y compañeras que hemos elegido para representarnos en estas paritarias, ya que sabemos de su espíritu de lucha, de sus valores y principios, y también de su experiencia y sentido común.

Tendrán el incondicional respaldo de los trabajadores fideeros de todo el país, que no dudarán un segundo en tomar las medidas legitimas que sean necesarias.

Una etapa difícil
Hacia la unidad sindical
El movimiento sindical argentino enfrenta hoy un enorme desafío: recuperar su capacidad de lucha, de presión y de negociación.

Para ello debemos trabajar arduamente para reconstruir la identidad y solidaridad de los trabajadores, y para que recuperen la memoria de las gloriosas luchas obreras por una sociedad más justa y solidaria.

Sabemos que no será fácil, ya que asumimos que vivimos en una coyuntura histórica caracterizada por cierta desmovilización de los trabajadores, por una falta de interés de las bases por participar y, en algunos casos, por una desconfianza sobre la utilidad de la organización sindical.

Todo ello provoca una erosión de la representatividad de los sindicatos y de la legitimidad de sus dirigentes, valga la autocritica.

Es imperioso revertir este proceso de debilitamiento de la acción sindical para poder enfrentar con éxito los desafíos que plantean los nuevos paradigmas productivos originados por la globalización capitalista, la mutación de las antiguas formas de organización del trabajo, el impacto de la revolución tecnológica y las transformaciones en los sistemas de gestión empresaria.

Si a todo ello le sumamos fenómenos como el desempleo, la precarización laboral, la informalidad, la desprotección social, la tercerización flexibilizadora y la proliferación de las agencias de trabajadores eventuales tomaremos conciencia de la gravedad de la situación por la que está pasando la clase trabajadora.

Por tal motivo, una vez más, exhortamos a toda la dirigencia sindical a avanzar decididamente en el proceso de unidad del movimiento obrero organizado.

Sólo así podremos seguir soñando con un nuevo orden social y económico en el que los trabajadores puedan alcanzar su plena realización.