La NR 36 en el contexto migratorio
Un Sindicato caminando con la gente, sus problemas y sueños
Foto: Gerardo Iglesias
-¿Desde cuándo participas de las actividades de la CONTAC?
-Desde 2006, desde el momento que ingresé al Sindicato me sumé a las actividades de la Confederación.
La que más recuerdo fue la campaña por la aprobación de la NR36, hasta de pollo me vestí para esto y repartí huevos en la Avenida Paulista (São Paulo) como forma de llamar la atención hacia la problemática que viven los trabajadores del sector frigorífico.
-Finalmente la NR36 fue aprobada, qué acciones están llevando a cabo para su implementación...
-Vamos a las puertas de los frigoríficos a informar sobre los alcances de la Norma, y esto no es una tarea fácil, entre otras cosas, debido al alto índice de rotación del personal que se da en el sector, sobre todo ahora con los migrantes haitianos y senegaleses que están siendo empleados en la región.
-¿Y cómo es el trabajo con ellos?
-Con ellos tenemos que hacer un trabajo minucioso. Muchas veces comenzamos hablando sobre qué es un sindicato y qué hace y luego llegamos a la Norma y sus desafíos.
Una cosa que hemos aprendido en esta labor, es identificar al líder del grupo y es con él con quien trabajamos primero, informando sobre sus derechos, el sindicato y la Norma. Este líder luego es el nexo con el grupo.
No es una tarea sencilla, porque entre otras dificultades, enfrentamos la escasez de compañeros para realizar este trabajo, pero lo vamos logrando.
-¿Y cómo los migrantes reciben esa información?
-En un primer momento no confiaban en nosotros, ni en el sindicato. Había mucho temor, hasta desconfianza.
Posteriormente la situación cambió y con una presencia constante, atenta y solidaria, y con el sindicato con sus puertas abiertas, nos ganamos a esa gente.
Ya contamos con 15 migrantes afiliados al sindicato y todo indica que se sumarán más porque hay varios que han venido acercándose al la organización en busca de los convenios médicos con los que contamos, sobre todo el convenio odontológico ya que muchos padecen dolores de diente.
-¿Cuántos haitianos hay en la ciudad?
-Cuando comenzamos nuestro relevamiento, había 1.500 haitianos, el mes pasado ya alcanzaban los 3.800 sólo en Cascavel.
En actividad en las empresas que tenemos base sindical hay 250 trabajadores haitianos aproximadamente.
-El sindicato conjuntamente con el profesor José Renato Vieira Martins de la Universidad Federal de Integración Latinoamericana (UNILA), realizó un excelente trabajo de investigación sobre los haitianos...
-Sí, y fue a partir de esta investigación que muchos migrantes fueron adquiriendo confianza en nosotros y facilitando mucho la tarea sindical.
Hay que tener en cuenta que estas personas sufren muchas veces una doble discriminación: por ser migrantes y por ser negros, entonces el trabajo que venimos haciendo desde nuestras bases tiene mucho que ver con transmitir confianza, con ser solidarios.
-¿Debo entender que el trabajo en la puerta de los frigoríficos, como ustedes le dicen, es lo ideal?
-Sin dudas. Soy de las que cree que no sirve de nada ser parte de la dirección de un sindicato para estar sentado detrás de un escritorio atendiendo el teléfono.
El sindicato no existe si no sabe llegar a los trabajadores y a las trabajadoras, en especial, aquí donde somos la inmensa mayoría.
Para ser sindicalista tenés que llevarlo en la sangre. Hay que ir donde está la gente, interactuar con los trabajadores para divulgar e informar sobre todas las actividades sindicales.
Hay quienes aguardan que los trabajadores lleguen con sus problemas, y de esta forma los sindicatos son espacios vacíos de gente y de ideas.
Nuestro sindicato no piensa, ni actúa así...