En un foro realizado la pasada semana en una de las ciudades más turísticas de la península, Málaga, el empresario navarro también la emprendió contra la las leyes laborales vigentes, que no imponen límite alguno a los patrones.
En el sector hotelero, dijo Catalán, la reforma laboral ha hecho que los empresarios, que ya están ganando fortunas con su negocio, más aún desde que España se ha quedado sin competidores por las situaciones de guerra y conflictos que se viven en toda la zona del Mediterráneo, tanto europeo como africano, impongan condiciones de trabajo abusivas y paguen sueldos impresentables a sus empleados.
“No se puede pagar tres o cuatro euros por habitación”, afirmó en referencia a las camareras de pisos, sobreestimando incluso lo que invierten muchos de sus colegas, incluso de cadenas importantes, que no pasan de los 2 euros, y hasta 1,5, por habitación.
“Nosotros no externalizamos los pisos. Hoy si quiero puedo despedir pagando 20 días por año y empezar a subcontratar. Es lo que hacen los que explotan a las camareras de piso, y lo digo con todas las letras: explotan”, declaró el presidente de AC Hotels.
Aunque sin especificarlo, el empresario recogió de hecho las denuncias que vienen reiterando hace años los sindicatos del sector, con cada vez más eco en la sociedad española.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, denunció esta semana en otra ciudad turística, Tenerife, la “explotación inaceptable e indecente” a que son sometidas las camareras de pisos en la gigantesca mayoría de los hoteles del país, los bajísimos salarios que cobran, los ritmos que se les impone, las enfermedades que padecen.
Acompañado de la ejecutiva confederal de la central, Álvarez comparó esa realidad con la de los empresarios y ejecutivos de una rama de la economía en pleno crecimiento.
En Málaga, paralelamente, Catalán admitió que sus colegas se han preocupado sobre todo por recortar gastos, en detrimento de los derechos y calidad de vida de sus trabajadores y trabajadoras, con el objetivo de maximizar unas ganancias que nunca fueron escasas.
“Si hay que ganar más a base de sacrificar al personal, prefiero que ganemos menos”, dijo el empresario, que fue propietario años atrás de la cadena NH Hoteles, actualmente una de las que más denuncias recibe de parte de los sindicatos, junto a Melía y Hospes.
“Nuestro sector es de personas, no tecnológico, y sus trabajadores deben estar bien pagados y tener empleo estable. El AC by Marriot Málaga Palacio, por ejemplo, tiene cuatro millones de euros de resultados y la gente está feliz. Tenemos a gente que no se quiere ni jubilar”, aseguró.