El Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional Agrario (Sitraina) se movilizó a nivel nacional exigiendo una pronta solución para decenas de trabajadores y trabajadoras que sobrepasan la edad de jubilación y que el INA se niega a jubilar.
Según el listado que maneja el Sitraina, hay 32 trabajadores que tienen entre 65 y 78 años cuya jubilación es obligatoria. Otros ya cumplieron los 60 años y tienen derecho a optar por la jubilación voluntaria. Varios de ellos ya están muy enfermos.
“Tenemos años exigiendo a las autoridades del INA la cancelación de aquellos compañeros y compañeras que sobrepasan la edad de jubilación, para que puedan iniciar los trámites ante el Injupemp (1).
Siempre nos dicen que no hay dinero para pagar las prestaciones, que Finanzas no tiene presupuesto para esto, que siendo un año electoral no pueden comprometerse más allá de su período”, dijo a La Rel, Marta Anariba, presidenta de la junta directiva central del Sitraina.
“Hay gente enferma que ya no puede más. Otras a las que les cuesta movilizarse al centro de trabajo y la pandemia ha agudizado la situación de vulnerabilidad de estas personas. ¡Eso debe terminar!”, recalcó Anariba.
La movilización involucró las nueve seccionales del Sitraina a nivel nacional. Algunas de las personas a las que se les está negando el derecho a jubilarse viajaron hasta la capital y se unieron a la protesta frente a las instalaciones centrales del INA.
Finalmente, una comisión del Sitraina fue recibida por Ramón Lara, director del INA.
“El director se comprometió a priorizar la cancelación de diez compañeros y compañeras que ya cumplieron los 65 años y que tienen serios problemas de salud.
Si bien no podemos avalar que sus prestaciones sean pagadas en cuotas diferidas, algo que viola lo dispuesto en el convenio colectivo, vamos a dejar que los trabajadores decidan si aceptan o no la propuesta”, explicó Anariba.
La presidenta de nuestra afiliada añadió que también se reunirán con recursos humanos para identificar aquellas personas, con enfermedades crónicas, que ya no están aptas para regresar al trabajo y que aún no van a poder ser canceladas.
La idea es que estos trabajadores puedan operar por teletrabajo sin arriesgar su salud.
“Vamos avanzando, aunque todo es muy lento. No descansaremos hasta lograr que nuestros compañeros y compañeras puedan tener acceso a una jubilación digna”, concluyó Marta Anariba.
1 – Instituto Nacional de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados y Funcionarios del Poder Ejecutivo