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Sentencia Castillo, más cerca la justicia para Berta
Un triunfo a pulso de la familia, el Copinh, el movimiento popular, la solidaridad nacional e internacional
Giorgio Trucchi
27 | 06 | 2022
Foto: Giorgio Trucchi
El pasado 20 de junio, la Sala Primera del Tribunal de Sentencia de Tegucigalpa sentenció al ex presidente de Desarrollos Energéticos SA (DESA), David Castillo, a 22 años y 6 meses de prisión.
Hace un año, el también ex funcionario público y miembro de la inteligencia militar hondureña había sido declarado culpable como coautor del asesinato de la lideresa indígena lenca Berta Cáceres.
“Hemos luchado para que el sistema de administración de justicia recupere la verdad integral del asesinato de Berta, que incluye el crimen político de generar terror en las comunidades lencas y pretender aplastar la resistencia y la dignidad de los pueblos que luchan contra el extractivismo”, dijo Víctor Fernández del equipo legal.
Para el abogado, la sentencia es el resultado de una construcción colectiva, desde la dignidad.
“Sin este trabajo de construcción colectiva, el crimen de Berta estaría impune. Es un triunfo a pulso de la familia, de la resistencia popular, del Copinh, de las organizaciones solidarias”, argumentó.
Mientras en la Sala se daba lectura a la sentencia, en las afueras del tribunal decenas de indígenas lencas del Copinh desplegaban una manta con la leyenda “Castillo asesino”. También levantaban afiches con los rostros de los miembros de la familia Atala Zablah, propietarios de DESA.
Lo que se ha logrado hasta la fecha no debe hacer perder de vista el objetivo primordial: procesar y condenar a los mandantes del asesinato de Berta Cáceres.
“Habrá justicia completa cuando se haya capturado, enjuiciado y condenado a los autores intelectuales del crimen. Las investigaciones de expertos internacionales han evidenciado que se trata de los hermanos Jacobo, José Eduardo, Pedro Atala Zablah y por Daniel Atala Midence”, sentenció el Copinh en un comunicado.
Sólo así se podrá garantizar justicia integral para Berta, que implica verdad, reparación y no repetición de los crímenes que se cometieron.