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Las responsabilidades de Fyffes

La transnacional frutera Fyffes - Sumitomo, es propietaria de plantaciones de melones en el sur de Honduras. A causa de la violación sistemática de derechos laborales y sindicales que fueron oportunamente denunciados por la UITA, la transnacional frutera ha sufrido golpes severos a su imagen y los supermercados en Estados Unidos y Europa han comenzado a cuestionar su integridad moral.

En lugar de recapacitar y buscar un acercamiento con el Sindicato de Trabajadores de la Agroindustria y Similares (STAS), Fyffes y sus subsidiarias (Suragroh y Melexsa), con el apoyo cómplice de las autoridades del Trabajo, crearon sindicatos paralelos y profundizaron el conflicto.

Ante el rechazo internacional a esta conducta violatoria de las leyes laborales, la Carta Magna y varios convenios internacionales ratificados por Honduras, Fyffes prefirió culpar a trabajadoras y trabajadores organizados, dibujando escenarios apocalípticos para el futuro.

A partir de la creación de nuestra subseccional, la empresa emprendió una fuerte campaña antisindical, con acciones que van desde secuestros, despidos, listas negras, hasta ataques contra líderes sindicales”, explica el STAS a La Rel.

Durante casi cuatro años, la empresa presionó a la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social para que desconociera a la subseccional y diera trámite a la creación de sindicatos pro patronales.

“Cada una de las violaciones que esta empresa ha cometido han sido debidamente documentadas y presentadas en diferentes instancias a nivel internacional. Debido a la gravedad del caso, Fyffes ha sido repetidamente sancionada”, agrega el STAS.

Además de ser descertificada por Fair Trade USA, su membresía en la Iniciativa de Comercio Ético (ETI) fue cancelada y entró a ser parte de la queja contra Honduras por violación al capítulo laboral del RD-CAFTA.

Esta situación hizo que supermercados de Europa y Estados Unidos comenzaran a cuestionar a sus proveedores de frutas.

A mí manera, o me voy

Ante la manipulación mediática de Fyffes de que supuestas ‘falsas denuncias internacionales’ estarían poniendo en riesgo unos 10.000 puestos de trabajo, el STAS reaccionó con fuerza.

Queremos mejorar las condiciones de nuestros afiliados y afiliadas, sin importar su tipo de contrato. Somos una organización independiente que vela por derechos reales, no somos quien decide si se compra o no fruta en el extranjero”.

Fyffes y sus subsidiarias -continúa el STAS– son víctimas de sus propias políticas con las que, durante décadas, han impulsado la violación sistemáticamente de los derechos fundamentales de trabajadoras y trabajadores.

En lugar de difamar y lanzar campañas mediáticas para generar miedo en la población, Fyffes debería asumir sus responsabilidades, recapacitar y respetar los acuerdos alcanzados en enero pasado”, concluye el STAS.

Ante estos hechos, el secretario regional para Latinoamérica de la UITA, Gerardo Iglesias, manifestó: “la UITA seguirá dando prioritaria atención a lo que sucede en las meloneras del sur de Honduras, y continuaremos brindando nuestra más amplia solidaridad a nuestra organización afiliada el STAS.

Por otro lado tenemos información que Chile comprará melones hondureños, ante lo cual vamos a notificar debidamente a las autoridades de ese país, sobre las condiciones deplorables en que se produce esa fruta”, añadió.


En Managua, Giorgio Trucchi | Rel-UITA