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Manifiesto de las centrales sindicales

La resistencia continúa

Tres centrales sindicales y el Frente Nacional de Resistencia Popular emitieron un manifiesto común en vistas de un nuevo 1 de Mayo y a 70 años de la histórica huelga de 1954. A continuación, un resumen de ese texto.

Rel UITA

30 | 4 | 2024


Los Mártires de Chicago

La huelga de 1954 es parte del proceso histórico de la lucha de clases, que abarca desde la resistencia de los pueblos originarios contra los invasores europeos hasta la resistencia a las dictaduras, a la corrupción y al neoliberalismo.

La huelga de 1954 ha tenido efectos transformadores en la sociedad. Por desconocerlos, muchos no se suman a la lucha, pues ante su situación de precariedad y desesperanza su norte no es la lucha sino el “sueño americano”, que los convierte en migrantes.

A principios del siglo pasado, cuando se nos impuso el capitalismo atrasado y dependiente, las migraciones eran internas, hacia los campos bananeros donde se ganaba más que en las economías de subsistencia del resto del país.

Migraciones hacia la “prisión verde”, desde donde el poder fáctico transnacional controlaba a los partidos, ponía y quitaba presidentes, promovía la corrupción, las guerras civiles y, cuando se impuso la paz, fue por la fusión de las compañías bananeras.

La Huelga de 1954, que por 69 días mantuvo pacíficamente en su territorio un gobierno popular, tuvo también efectos sociales, económicos y políticos de incalculable valor, que colocaron a Honduras en el siglo XX.

En la década de los sesenta y setenta, construimos el sector social de la economía más fuerte de América Central, que estorbaba al capital.

La década de los ochenta fue criminal, con la represión al movimiento popular, las violaciones a los derechos humanos, los detenidos desaparecidos y la lucha anticomunista de John Negroponte, embajador de Estados Unidos, con la guerra de baja intensidad decretada por el imperio contra Centro América.

Pero en esas tres décadas se emitió el Código del Trabajo, las leyes de Seguridad Social y de Reforma Agraria, se avanzó en la lucha por la estabilidad laboral, por mejorar las condiciones de trabajo vía contratación colectiva y sindicalización, se pasaron los servicios públicos de energía eléctrica, telefonía, servicios portuarios, agua, aeropuertos, lotería y bosques a entes descentralizados del Estado.

Empezaban así cambios en la distribución del ingreso y la riqueza y no había migraciones masivas. Todo esto no se hubiese dado sin la huelga de 1954.

La marcha atrás

Pero a partir de los años 90 hubo una marcha atrás con el neoliberalismo, impuesto por el gobierno de Rafael Callejas, vía chantaje por la impagable deuda externa.

Empezó así a aumentar la desocupación, al desprotegerse nuestro incipiente desarrollo agrícola e industrial de la competencia exterior.

Solo en el arroz se perdieron 125.000 empleos; se devaluó el lempira; para justificar las privatizaciones colocaron corruptos e incapaces a dirigir las empresas descentralizadas; se entregaron exoneraciones fiscales al gran capital.

Las ganancias de los privatizadores se multiplicaron; se acabó con la reforma agraria; se instaló la tercerización, empezaron a desaparecer los sastres, zapateros, costureras, carpinteros y ebanistas. Se perseguía y desaparecía a los dirigentes sindicales; se formaron paralelas a los sindicatos; los despidos y las violaciones al código del trabajo fueron permanentes; se declararon ilegales las huelgas.

A esos desocupados los lanzaron a las calles como vendedores ambulantes, otros migraron, y los que no migraron se sumaron a las nacientes maras y al crimen organizado.

Se empezó a incrementar aún más la pobreza, la pobreza extrema, la emigración, nos impusieron condiciones precarias en la maquila, la manipulación ideológica y con los nuevos ricos se fortaleció el poder fáctico.

El neoliberalismo agravó nuestro atraso y dependencia

Por los tratados de libre comercio; porque nos empezaron a convertir en importadores netos de mercancías y exportadores de mano de obra para obtener remesas; porque se impusieron leyes para distribuir el ingreso y la riqueza a favor del gran capital; por un sistema impositivo regresivo y no redistributivo; y, porque se desreguló el mercado de trabajo con la “ley de empleo por hora”, que sirvió para sustituir trabajo permanente por temporal precarizándolo.

De esa ilegal tercerización laboral abusan impunemente las transnacionales como las productoras de cerveza, Coca Cola y Pepsi, que tienen a los trabajadores a las puertas de la huelga.


Foto: Gerardo Iglesias
Boicot y golpes de Estado

Los partidos políticos de derecha no tienen más que contradicciones formales con el poder fáctico, pero los partidos de tendencia popular, cuando son gobierno, son víctimas de boicot y oposición destructiva para que fracasen y no permanezcan más de un periodo en la administración pública, o les dan golpes de Estado.

Por ello, los partidos populares, que empiezan por revertir el modelo neoliberal, deben tener el apoyo del movimiento popular. De lo contrario fracasan; y, los movimientos populares deben evitar caer, por contradicciones no fundamentales, en esos juegos de boicot.

Sin la huelga de 1954 no hubiera ocurrido la resistencia contra el modelo neoliberal y contra el golpe de 2009 y el Partido Libre no hubiera sido gobierno.

Los 70 años de la gran huelga de 1954 nos encuentran con enormes tareas, sin olvidar la necesidad de la unión regional.

Francisco Morazán sentenció: “Declaro: que mi amor a Centro América muere conmigo. Excito a la juventud, que es la llamada a dar vida a este país que dejo con sentimiento por quedar anarquizado, y deseo que imiten mi ejemplo de morir con firmeza antes que dejarlo abandonado al desorden en que desgraciadamente hoy se encuentra”.

Berta Cáceres nos dijo: “¡despertemos! ¡despertemos humanidad ¡ya no hay tiempo”.

Con Luis Alonso Morel, dirigente del STIBYS, seguimos gritando: “es ahora o nunca”; y, 70 años después, la huelga nos convoca y recuerda que “solo el camino de mayo es la victoria”.

Escuchar al pueblo

Como expresamos el 1 de Mayo del año pasado, los trabajadores creemos:

que es necesaria una estrategia fluida de comunicación del gobierno con la sociedad y especialmente con los sectores populares organizados, que han estado planteando sus propias reivindicaciones, las del pueblo y de la nación;

que hay necesidad de elevar el nivel de profesionalismo que debe caracterizar la gestión pública de un gobierno responsable;

que es urgente una estrategia integral de seguridad para detener el clima de violencia;

que celebramos la determinación de establecer relaciones con China Popular;

que estamos de acuerdo en las relaciones de cooperación, de apoyo y complementariedad con Estados Unidos, pero en el marco del respeto a la soberanía y a la autodeterminación de los pueblos;

que es necesario retomar el dialogo con los diversos sectores y tomar decisiones consensuadas y no solo en base a intereses partidarios, si es que de verdad el gobierno quiere seguir siendo referente de esperanzas;

que estamos convencidos de que una propuesta transformadora, como la que impulsa la presidenta Iris Xiomara Castro Sarmiento, solo se puede alcanzar con una mirada estratégica de futuro y en plena coordinación con los movimientos sociales.

Como movimiento sindical, desde nuestra independencia de clase, frente a la estrategia desestabilizadora de los grupos conservadores y reaccionarios del país, no podemos menos que llamarnos a lograr mayores niveles de unidad y de organización.

Para la CTH, la CGT, la CUTH y el FNRP, el Congreso nacional no puede aprobar la ley de trabajo a tiempo parcial.

Hay diputados que atentan contra el Código del Trabajo, pretenden desregular el mercado de trabajo, continuar sustituyendo el trabajo permanente por el temporal y generarle enormes ganancias extraordinarias al gran capital.

Saludamos en este 1 de Mayo a los que luchan incansablemente por el rescate de los bienes comunes privatizados por la narco dictadura y exigimos se castigue a los culpables de los crímenes de los dirigentes de los pueblos que los defienden.

Deben anularse los contratos que tienen que ver con las tierras, ríos y minas ilegalmente concesionadas en la montaña Carlos Escaleras (pendiente de sanción presidencial), en el Río Gualcarque, en Santa Bárbara y en todos los lugares donde han imperado las políticas privatizadoras.

El sector textil maquilador ha sido víctima de una masacre laboral despiadada. Son miles de empleos perdidos y empresas donde había sindicatos han cerrado. Algunas empresas aprovechan para despedir personal de mayor edad o con enfermedades musculoesqueléticas.


Foto: Gerardo Iglesias
Estamos retrocediendo al cuasi esclavismo

El temor al despido en el capitalismo y en el marco de esta crisis, es más cruel que el látigo en tiempos de la esclavitud.

Denunciamos el incumplimiento de contratos colectivos por parte de la patronal, por lo cual exigimos la intervención urgente y necesaria de la Secretaría del Trabajo.

A la presidenta le pedimos su intervención inmediata, ya que su mensaje ante la OIT en la Asamblea de 2022 fue que en Honduras iba a respetar estos derechos.

Exigencias

Mantenemos vigentes exigencias que formulamos en la campaña presidencial y que tienen que ver con el envío al Congreso de proyectos de ley para desmontar la estructura dictatorial y el sistema de impunidad; para asegurar el respeto a los derechos humanos y los derechos laborales; en materia de transparencia y justicia; de fortalecimiento y rescate institucional; para la construcción consensuada de un Plan Nacional de Desarrollo; para favorecer la integración regional centroamericana.

A 138 años del sacrificio de los Mártires de Chicago y a 70 de la Huelga del 54, rendimos nuestro más sentido homenaje a quienes protagonizaron tan gloriosos acontecimientos y proclamamos desde esta tribuna la necesidad de que solo unidos y movilizados podemos hacer frente a las políticas neoliberales.


(Los subtítulos y fotografías son de La Rel)