Visitación Padilla
y no se presta”
Gerardo Iglesias
8 | 2 | 2024
Visitación Padilla | Imagen: somosdehonduras.com
Visitación nació el 2 de julio de 1882 en el Caserío de Ojo de Agua, Municipio de Talanga, departamento de Francisco Morazán, a una hora de Tegucigalpa. A los 27 años se graduó de maestra y se trasladó a la capital.
En 1924 procede la quinta invasión norteamericana a Honduras, de las siete que se registraron en el primer cuarto del siglo XX. En ese entonces el país centroamericano era el mayor exportador de banano del mundo, un sector dominado por la United Fruit Company (hoy Chiquita) y la Standard Fruit Company, que a su vez —como sucedía en otros países— poseían vastas extensiones de tierra.
Las exportaciones de bananos llegaron a ser el 89 por ciento de todas las exportaciones de Honduras, en momentos en que esa fruta deja de ser exótica para convertirse en la fruta más consumida por los estadounidenses.
Ordenada por el presidente Woodrow Wilson, la invasión se precipita en defensa de las empresas fruteras y de las concesiones mineras de Rosario Mining Company de Nueva York, triste designio extractivista de la república más pobre de Centroamérica.
Cuando se produce la invasión la indignación se alza en protesta exigiendo respeto a la soberanía nacional. Visitación Padilla se sumó a la lucha antimperialista con un grupo de valientes mujeres al grito de “la patria no se vende, no se alquila, y no se presta”.
“Patriotismo es indignarse ante un atentado a la dignidad nacional como el que estamos sufriendo ante una tropa de extranjeros que ha entrado al país sin permiso del gobierno. Y esta clase de patriotismo es el que ha enardecido en estos momentos el corazón de muchas mujeres, hasta hacerlas derramar lágrimas verdaderamente sinceras por semejante desgracia. Una me dijo: ‘comprendo lo que pasa porque yo vengo de Nicaragua’”, escribió Visitación en 1924.
El artista Allan McDonald recuerda a Visitación, feminista, pacifista, sindicalista y antimperialista, fallecida el 12 de febrero de 1960 a sus 84 años.
¡Siempre viva!
Video: Allan McDonald | Rel UITA