Denunciamos que el presidente Juan Orlando Hernández y sus compinches convirtieron las emergencias de los huracanes y el coronavirus en ocasión para saquear instituciones públicas, y hoy están utilizando el hambre y las necesidades de la población damnificada para comprar votos con los mismos recursos del Estado.
Por tanto, en la caravana no van hondureños en busca del “sueño americano” sino personas que huyen de la pesadilla hondureña.
La CCC, desde su fundación en 2016, advirtió que uno de los problemas fundamentales del país es la brutal concentración de la riqueza producto del modelo neoliberal y el proyecto continuista de Juan Orlando Hernández.
Cinco años después de aquella advertencia -compartida hasta por los más prudentes- Honduras se ha convertido en una máquina de hacer pobres, en la vía principal de pasaje de la droga desde Sudamérica hacia Estados Unidos y en el país más peligroso para los defensores y las defensoras de los bienes naturales y los derechos humanos.
Estamos a las puertas de un proceso electoral y los criminales en el poder siguen representando la misma amenaza para el país.
Por ello alertamos a la comunidad internacional, y especialmente al gobierno de Estados Unidos, que la manera más efectiva de contrarrestar las caravanas no es firmando convenios de tercer país seguro, sino quitando el respaldo a la administración hondureña y acelerando el proceso de extradición de Juan Orlando Hernández y los criminales que lo acompañan.
La CCC anima a toda la población hondureña a sumarse a las acciones que diversos sectores están convocando para demandar la salida de Hernández.
No esperemos que otros hagan el trabajo que por derecho y dignidad nos corresponde a nosotros.