Llego al local del sindicato y como siempre me ganan la emoción y los recuerdos. Por allí pasaron Enildo Iglesias y Dan Gallin, cuando el terrorismo de Estado más la complicidad de la empresa jugaban al blanco con los trabajadores, sus familias y asesores.

La sede es un memorial donde se recuerda a los mártires del Sindicato de Trabajadores de Embotelladora Central SA (STECSA), una organización que ha sabido rescatar lo organizado, que construyó memoria, donde se reconoce y no se olvida a sus referentes.

Un tributo a la audacia sin igual de un grupo de jóvenes trabajadores que lucharon dándolo todo, incluso la vida.

La reunión con el Comité Ejecutivo se realiza en la sala Enrique “Quique” Torres, asesor legal del Sindicato, fundador de la FELATRAC, amigo, compañero, maestro.

Desde el fondo su rostro estampado en la pared me recibe con una sonrisa irónica. Quique parece reprocharme que cada vez que veo el mural al subir las escaleras no puedo evitar reírme de ese retrato inmenso y desproporcionado donde el pintor se ensañó con sus mejillas, que parecen los dilatados mofletes de Dizzy Gillespie.

Coqueto como era, sé muy bien que desaprobaría tamaña muestra de cariño.

El Comité hizo una puesta a punto de los avances y desafíos en su relacionamiento con la compañía y un análisis sobre la situación del país donde las incertidumbres políticas van ganando espacio y la corrupción continúa operando en un marco de total impunidad.

Al salir, Quique suelta una guiñada. Tranquilo bajo las escaleras con la sensación del deber cumplido.

Foto: Gerardo Iglesias