La Rel siempre ha estado junto a todos esos perseguidos.

En un comunicado emitido el 22 de noviembre pasado en San José de Costa Rica, la Regional y el Comité Latinoamericano de Mujeres de la UITA (Clamu), reunidos en un seminario internacional, denunciaron esa política, solidarizándose en particular con el ex procurador de derechos humanos y ex candidato a la vicepresidencia Jordán Rodas, que había debido partir al exilio.

La semana previa, el aparato judicial corrupto de Guatemala había emitido más de veinte órdenes de captura contra estudiantes, docentes, académicos, periodistas y políticos por haber denunciado el burdo fraude en las elecciones de autoridades en la Universidad de San Carlos (Usac) en 2022.

Rodas aparecía entre los buscados.

También el binomio presidencial electo, Bernardo Arévalo y Karin Herrera, y varios diputados electos y en funciones, como el compañero Aldo Dávila, para quienes se pedía el retiro de la inmunidad.

Ante todo esto, las participantes en aquel seminario denunciaron la grave situación de violación de derechos humanos en Guatemala; alertaron sobre la persecución contra todas aquellas personas y organizaciones que denuncian la corrupción sistemática enquistada dentro de las instituciones y el poder; se solidarizaron con presos y exiliados; exigieron el cese inmediato de la represión.