Queda mucho que hacer, todavía hay que restituir la dignidad de los 160.000 asesinados y desaparecidos que aún permanecen en fosas comunes y cunetas por todo el país.
Pero este 24 de octubre es un día de satisfacción y justicia democrática. Los demócratas -no sólo la izquierda- podemos estar satisfechos.
Recordemos a todos los que cayeron bajo la dictadura franquista o debieron abandonar el país por largos años.