El TSJC ratificó así una decisión de un tribunal inferior que había sido apelada por las empresas hoteleras y por una confederación sindical, Sindicalistas de Base.
Las camareras, que en más de 90 por ciento son mujeres, reciben un plus de productividad inferior al de los camareros de sala y cocineros, que en 85 por ciento son hombres.
El convenio colectivo que los abarca es el mismo, pero los hoteles se regían por unos pactos salariales firmados con la confederación Sindicalistas de Base, que ni Comisiones Obreras ni UGT, las centrales sindicales mayoritarias a nivel del estado español, habían aprobado.
El órgano máximo de justicia de las islas dictaminó en el mismo sentido en otros dos casos.
Según señaló en un comunicado Comisiones Obreras, la discriminación que sufrían las mujeres remonta a pactos firmados en época de la dictadura franquista que luego fueron mantenidos.