“El deterioro de las condiciones laborales de las camareras de los hoteles, fundamentalmente por el aumento de las cargas impuestas por la externalización de los departamentos de piso, una consecuencia directa de la reforma laboral, ha precarizado el empleo en el sector, lo que las lleva a entrar en un círculo vicioso para soportar las cargas laborales impuestas”, señaló.
Según el dirigente, desde que se inició la Campaña Internacional por la Dignificación del Trabajo de las Camareras de Piso, impulsada por la UITA, se pudo observar que estas trabajadoras consumen un porcentaje elevado de fármacos y psicofármacos para poder afrontar los dolores y la ansiedad que la sobrecarga laboral les impone.
“Un 71,5 por ciento de este colectivo consume fármacos para el dolor; casi el 96 por ciento sufre síntomas clínicos de ansiedad. Y esto es una consecuencia directa de la precarización”, analiza el dirigente.
Fuentes apunta que para corregir esta situación se debe trabajar fuertemente en la prevención de riesgos laborales y bregar para que prevalezcan los convenios sectoriales por sobre los empresariales.
“Las camareras no se automedican por ser camareras, lo hacen porque el ritmo impuesto y las cargas de trabajo son excesivos. De los analgésicos pasan a los ansiolíticos porque no pueden conciliar su trabajo con su vida familiar, lo que les genera angustia, ansiedad y depresión”.
El dirigente de CCOO recuerda que ya lograron que se reconozcan algunas dolencias que padece este colectivo como enfermedades profesionales, pero esa es apenas una etapa del trabajo para dignificar este oficio tan fundamental para el turismo, un sector que genera 11,7 por ciento del PIB de España.
En ese sentido se están realizando planteos al gobierno para que tome medidas prácticas que cambien esta realidad.
El viernes 8, una delegación de CCOO celebró en la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas una jornada sobre el consumo de fármacos entre las camareras.
En esa ocasión la central obrera volvió a demandar que todas las trabajadoras, contratadas directamente por el hotel o por empresas externas, estén dentro del convenio de hostelería.
Demandó igualmente se realicen inspecciones que saquen a la luz sus verdaderas condiciones laborales; que se dote al colectivo de una Guía Práctica de Salud Laboral para evaluar adecuadamente los riesgos; que se haga un estudio de tiempos en el reparto de habitaciones, y que se pongan en marcha acciones preventivas, entre otras propuestas.
“Estos puntos son muy importantes pero sobre todo tratamos que las compañeras tomen conciencia de que la mejor medicina son sus derechos”, concluyó Fuentes.
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