-Rajoy estuvo en Buenos Aires y habló maravillas sobre el crecimiento de la economía española y felicitó al gobierno de Mauricio Macri por estar aplicando las mismas medidas que él…
-Les diría a los argentinos que se preparen, y a Rajoy que sí es cierto, la economía está creciendo, pero para algunos.
Se crece sin distribución y se aumentan las desigualdades sociales.
La crisis ha dejado un saldo muy preocupante en la sociedad española: una enorme inequidad.
España es el país de la Unión Europea donde más ha crecido la desigualdad y con esto viene aparejado un aumento en los conflictos y la deslegitimación del sistema.
Está creciendo la protesta social desde diversos sectores porque se ve que hay crecimiento económico pero no hay distribución de la riqueza. No se distribuye en salarios ni en políticas públicas y en gran medida esta es la característica de la economía española.
-¿Qué pasa con el empleo?
-Actualmente el empleo ha crecido pero paradójicamente hay menos gente trabajando que antes de la crisis.
Estamos produciendo más bienes y servicios que en 2010 y se está viendo como un fenómeno creciente la generación de puestos de trabajo temporal o a tiempo parcial, que abundan principalmente entre mujeres y jóvenes.
Eso en gran medida explica por qué se está dando una pequeña revolución de movilización y sensibilización en cuanto a reivindicar la igualdad de género, la equidad salarial, acortar las brechas entre lo que ganan hombres y mujeres, etcétera.
-Precarización laboral y salarial…
-Sí. El sindicato está muy abocado en revertir esta situación de los salarios pero tenemos un problema, las reformas laborales.
El principal objetivo de estas reformas es debilitar el poder de los sindicatos para producir una devaluación salarial y en base a eso fortalecer las ganancias empresariales.
Esto, lamentablemente no es exclusividad de España sino que se trata de una línea de reformas que ya se ha realizado en Italia, Francia y ahora se están exportando a América Latina, tal es el caso de Brasil y Argentina.
Cuando toca repartir el crecimiento, los sindicatos tenemos serias dificultades pues el empresario puede modificar unilateralmente condiciones de trabajo o contractuales, puede promover despidos masivos para no cumplir los convenios colectivos, y un largo etcétera.
También la reforma termina promoviendo las negociaciones de convenios por empresa y no por sectores de la producción con una novedad, que ahora los convenios por empresa pueden empeorar las condiciones de los convenios sectoriales.
-¿Cuáles son los impactos más visibles de la reforma en este punto?
-Esto está promoviendo el dumpin empresarial, siendo las empresas que más rebajan las condiciones y los costos, las que salen adelante, en detrimento de aquellas que apuestan a la inversión, la calidad y la innovación y esto va a ser un lastre para la economía del país.
Tenemos un claro ejemplo en el sector de la hostelería y el turismo donde al prevalecer el convenio empresarial sobre el sectorial están surgiendo empresas multiservicios que tercerizan mano de obra para otras empresas provocando una competencia desleal entre empresarios, pero también generando una degradación de las condiciones laborales de sus trabajadores y trabajadoras.
-Es el caso de las camareras de piso en los hoteles…
-Correcto, pero también de los que preparan pedidos para Amazon o los vigilantes de establecimientos, un montón de oficios que se externalizan para pagar salarios un 30 y hasta un 40 por ciento más bajos que los que se establecen por convenio sectorial.
-¿Qué pasa con el sistema de pensiones que ha llevado a la masiva movilización el pasado sábado 14?
-Remunerar a la baja a las plantillas tiene una consecuencia directa en los aportes a la seguridad social, que también serán menores por lo que el sistema de seguro por desempleo como el sistema público de pensiones que ya vienen sufriendo grandes pérdidas, primero debido a la merma de cotizantes por la crisis que incrementó el desempleo y ahora por la rebaja sustancial de los salarios.
En un sistema público de repartos si los ingresos van mermando todo el sistema se ve afectado.
Además, el gobierno aprovechando las políticas de austeridad promovió una reforma unilateral del sistema de pensiones que introdujo lo que se llama el factor de sostenibilidad que limita el crecimiento de las pensiones a un 0,25 por ciento.
Con esto los pensionistas van a ver reducido su poder adquisitivo ya que la inflación, por más baja que sea siempre será superior a esa cifra.
A los futuros pensionistas, este factor de sostenibilidad, si no se aumentan los ingresos al sistema, dispone que la misma cantidad de dinero sea repartida entre más personas durante más tiempo.
Si esto sigue así sin una contraparte, lo que tendremos es una reducción de casi 40 por ciento en las pensiones en los próximos 30 años.
Estas son las principales preocupaciones que enfrentamos los sindicatos en este momento en España sobre todo en la población femenina y joven y por eso nos estamos movilizando.
José María “Chema” Martínez y Fernando Medina
Fotos: Gerardo Iglesias