-¿Cuál ha sido la sensación al conocer lo del reintegro?
-Felicidad absoluta.
Con la sonrisa de oreja a oreja todo el día. Antes de la conciliación pactada para la semana anterior, el abogado de la empresa me contactó para ofrecerme un acuerdo extrajudicial.
Directamente me ofreció dinero, mi liquidación más el monto que yo dispusiera para dejar el caso así.
Algo que no acepté porque no era mi cometido. Le dije al abogado que le comunicara a Gregorio Jiménez (dueño de la franquicia BK España) que no tiene dinero para pagarme.
Esta era una frase que quería decirles, porque sabía que tarde o temprano me iban a venir a ofrecer dinero, como lo han hecho en ocasiones anteriores con otros trabajadores y trabajadoras.
Yo no estoy en el sindicato para sacar dinero o por un propósito personal, estoy para luchar por mejores condiciones laborales y salariales para todos y todas.
-¿Es esta es la primera vez que se da el reintegro de trabajadores despedidos por parte de Burger King?
-Creo que es la primera vez que le doblamos el brazo a BK, siempre antes la chequera de Gregorio Jiménez ganó.
Siempre hubo acuerdos extrajudiciales y nunca se llegó a anular los despidos. No había sentencias de este tipo.
Por lo tanto es una victoria que se celebra doblemente.
-¿A qué atribuyes este triunfo?
-A no bajar los brazos y al respaldo de mi sindicato, de Comisiones Obreras y de las diversas organizaciones hermanas que se hicieron eco de nuestro caso como ustedes de la Rel-UITA. Al respaldo de todos mis compañeros y compañeras de trabajo, que nunca me dejaron sola.
Afortunadamente tenemos medios como ustedes. Los canales comerciales no lo hacen, por la sencilla razón de que BK pauta en ellos.
Debemos saber que unidos y luchando podemos lograr cosas importantes.
Creo que el movimiento sindical está adormecido y es necesario que despertemos, que salgamos a las calles a defender nuestros derechos, a luchar contra la precariedad para conseguir un trabajo digno del cual se pueda vivir.
Tenemos que entender que solo luchando podemos vencer.