Pero debo aclarar que este es un asunto que no nos compete solo a los socialistas, sino a toda la izquierda, también a Izquierda Unida y a Podemos que deberían, denunciar públicamente a los Ortega-Murillo por la actuación criminal que están teniendo.
En Nicaragua no solo se están vulnerando principios democráticos básicos, se están vulnerando los derechos humanos.
Un gobierno que nació de una revolución popular contra una sangrienta dictadura, se está comportando peor que dicha dictadura.
Una revolución apoyada por toda la izquierda internacional y en la que nos posicionamos a principios de los ochenta en su apoyo.
Recursos económicos de los afiliados de CCOO y UGT lo dedicamos en proyectos de cooperación para apoyar al sindicalismo de clase nicaragüense que había participado en la expulsión del poder de los Somoza.
Es inadmisible lo que está pasando, especialmente con la actuación de un ejército irregular y paramilitar, controlado por Ortega y Murillo al margen de las instituciones del país y del propio ejército nicaragüense.
Vaya mi absoluto desprecio por el nuevo dictador y mi absoluta solidaridad con los campesinos, los trabajadores y los estudiantes de Nicaragua.
En Madrid,
Manuel Bonmati
Manuel “Manolo” Bonmati, trabajador hotelero, integró el Comité Ejecutivo Mundial de la UITA, la federación sectorial de UGT y se retiró siendo secretario de Relaciones Internacionales de la citada central.