También hemos efectuado denuncias en el Congreso de Diputados ante todos los grupos Parlamentarios, las empresas y organizaciones internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Parlamento Europeo.
El trabajo de camareras de pisos genera riesgos ergonómicos y riesgos psicosociales.
Se producen, además, todo tipo de lesiones músculo-esqueléticas, estrés y ansiedad que, en muchos casos, generan incapacidad temporal que no son reconocidas como enfermedades profesionales y que elevan las cifras de absentismo, siendo la actitud de la patronal la de criticar esta situación como picaresca, sin analizar su origen y consecuencias.
Se puede concluir que dentro de la dureza del trabajo en hoteles (las funciones de cocina y restaurante también lo son), el trabajo de camareras de pisos se lleva la palma.
La carga de trabajo, los ritmos, el estrés, las jornadas de trabajo que se les obliga a realizar a las plantillas son excesivas y la mayoría de este exceso de horas no se les abona ni cotizan a la seguridad social, elemento este que se utiliza como competencia desleal entre las empresas.
En estas condiciones en las empresas se están generando salarios de pobreza. Antes se trabajaba porque se era pobre y ahora trabajas cuando ellos deciden, para ser pobre y perder la salud.
Un gran porcentaje de las empresas del sector no cumplen como corresponde la aplicación del convenio de hostelería de Baleares.
La mayoría de ellas no bajan a comer y salen más tarde para finalizar las excesivas tareas que les obligan a realizar, hacen no solamente las 50 o 60 camas que con suerte les asignan, sino además las habitaciones de salidas.
Este colectivo bastante invisible en el hotel con la productividad que se les impone es masacrante. Frente a esta situación y estos hechos CCOO y UGT hemos alzado su voz, y además siempre hemos llevado sus reivindicaciones a la mesa negociadora del Convenio Colectivo de Hostelería y a la movilización, dando relieve a su mala situación laboral.
Ahora para finalizar sus tareas, limpieza, camas, baños, complementos, salones comunes, pasillos, en muchos casos mini bares, etc., tienen que tomar medicación ya que si no es así no aguantan esos ritmos, estrés y cargas de trabajo y en muchísimas ocasiones los malos modos y maneras de sus superiores.
Pero además son el colectivo más vulnerable que las empresas despiden y externalizan para que las camareras cobren hasta un 40 por ciento menos de su salario como marca nuestro convenio y se les exijan peores condiciones laborales y sociales.
Igualmente se tiene que seguir avanzando en el tema de las enfermedades profesionales en el sector, reconocimiento además del túnel carpiano, epicondilitís y epitrocleitís, todas las dolencias musculo esquelético, lumbares, cervicales, dorsales, etc., que deberían ser declaradas enfermedades profesionales y también proponemos una regulación especial de jubilación a los 60 años de edad y una jubilación anticipada a los 25 años de servicio en la profesión.
Por todo ello tenemos que seguir avanzando, denunciando, movilizándonos, perder el miedo para poder conseguir los objetivos que como clase obrera conjuntamente con nuestros sindicatos nos propongamos de la mano de todas las organizaciones y colectivos que se sumen a esta lucha.
Revelémonos ante esta situación de semiesclavitud en el siglo XXI a la que nos están sometiendo mayoritariamente estos empresarios que además se llevan el dinero fuera, como siempre hemos venido denunciando, y ahora es más vergonzante pues salen en los famosos papeles de Panamá y los que todavía faltan por aparecer.
Exijamos nuestros derechos sin complejos y sin miedos.
Por una hostelería digna, con salud y prevención, de calidad, capacitada, con contratación estable, salarios dignos, menos cargas y ritmos de trabajo y cumplimiento de la legalidad vigente.
Por trabajo saludable en la hostería.
Acude a la concentración que tendrá lugar el próximo 15 de junio a las 17.00 hs. En la Plaza de España, en Palma de Mallorca.