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Maldita violencia Con Moisés Sánchez

“No nos van a intimidar”

Moisés Sánchez

El 15 de abril, Moisés Sánchez y su hermano fueron atacados por desconocidos armados de pistolas y machetes mientras regresaban a su lugar de residencia después de una reunión sindical. El mensaje de los delincuentes fue claro: dejen de meterse en eso del sindicato.
 
 
 

“Todavía no me has entregado lo que más necesito: el celular donde tienes toda la información. Si siguen en esto van a pagar las consecuencias” le dijo uno de los encapuchados a Moisés Sánchez arrebatándole su bicicleta y todas sus pertenencias.

El secretario general de la subseccional del Sindicato de Trabajadores de la Agroindustria y Similares (STAS) en la empresa Melon Export S.A. y su hermano Misael, también afiliado a la organización, regresaban en bicicleta después de realizar gestiones sindicales en la ciudad de Choluteca.

Cuando transitaban por el cruce de carreteras en las inmediaciones de la finca Los Balcanes fueron interceptados por cuatro individuos encapuchados, armados de pistolas y machetes.

Otras dos personas se quedaron a unos 60 metros de distancia vigilando la zona.

“Los cuatro delincuentes me rodearon. Cuando mi hermano trató de acercarse, uno de ellos le pegó en la cara con el machete. Ya herido aprovechó la oscuridad y logró escapar para pedir auxilio”, recuerda Sánchez.

El directivo sindical explicó a La Rel que los encapuchados comenzaron a hacerle muchas preguntas, incluso querían saber dónde tenía “toda la información”.

 

Fue un claro intento intimidatorio

“Necesitamos de toda su solidaridad”

“Me conocían perfectamente. Decían que era el encargado de todo el movimiento y que si seguía en esto debería atenerme a las consecuencias. Me amenazaron abiertamente”, manifestó el secretario general del STAS.

Durante unos 40 minutos lo tuvieron secuestrado, despreocupados por la gente que seguía pasando por el lugar.

Algo que, según Moisés Sánchez, evidenciaría que no se trata de un simple acto delincuencial, sino de algo estrictamente relacionado con su trabajo sindical en las meloneras de Fyffes.

La reacción de la comunidad La Permuta, donde viven los hermanos Sánchez, fue inmediata. Más de cien personas comenzaron la persecución de los delincuentes, pero sin resultados.

Misael Sánchez salió del hospital este 17 de abril y se mantiene en recuperación de la profunda herida.

Ambos miembros del STAS ya presentaron la denuncia ante las autoridades correspondientes y el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh).

“Vamos a necesitar de todo el apoyo posible, tanto a nivel nacional como internacional. De eso depende la vida de tantos trabajadores y trabajadoras que han decidido organizarse para defender sus derechos en las meloneras”, dijo el secretario general de la subseccional.

“Hay mucha preocupación pero nos mantenemos firmes. No nos van a intimidar”, concluyó Sánchez.

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Lugar del atentado | Foto: STAS

Fyffes denunciada a nivel internacional

En las meloneras se siguen violentando derechos

En las plantaciones de melones de Fyffes, transnacional irlandesa recientemente adquirida por el conglomerado japonés Sumitomo, el 80 por ciento de la mano de obra es femenina y temporal. La mitad de estas mujeres son madres solteras.

Tras la conformación de subseccionales del STAS en Melexsa y Suragroh(1), la transnacional frutera reaccionó despidiendo a decenas de trabajadoras organizadas, obviando la solicitud de instalar una mesa de negociación colectiva.

En más de una ocasión, el STAS denunció las extenuantes jornadas de trabajo, el no pago del salario mínimo, ni de las horas extra y las vacaciones proporcionales, así como la falta de acumulación de antigüedad y de cotización a la seguridad social.

Asimismo, señaló las malas condiciones higiénicas y de seguridad, el despido por estar embarazadas y la creación de “listas negras”.

El ataque perpetrado contra los hermanos Sánchez está siendo visto por el STAS como una posible escalada de violencia y represión hacia las y los trabajadores organizados.

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