El sector más adinerado destina 4 de cada 100 guaraníes
Para que paguen más los que más tienen
La indispensable reforma fiscal
Paraguay es, desde el punto de vista fiscal, el país más inequitativo de América Latina y el Caribe: tiene las tasas más altas de impuestos indirectos, que castigan más a los que menos tienen, y las más bajas de impuestos directos.
En Paraguay la presión tributaria es de apenas el 13,5 por ciento, cuando en Argentina llega al 30,6 y en Brasil al 35,2.
En materia de impuestos indirectos -los más injustos, al ser iguales para todos los contribuyentes independientemente de lo que ganan- está a la cabeza en la región: 81,7 por ciento de sus impuestos son indirectos, mientras en Venezuela no alcanzan el 50.
El sector con menos ingresos de Paraguay destina 18 de cada 100 guaraníes a pagar el Impuesto al Valor Agregado (IVA). El sector más rico, solamente 4 de cada 100 guaraníes.
Para que el sistema tributario fuera más equitativo, la presión fiscal debería pasar del 13,5 al 25 por ciento.
El camino para llegar a esto es múltiple: continuar implementando el impuesto a las rentas personales (IRP), elevando progresivamente la tasa establecida; congelar el IVA en su nivel actual; aumentar la tasa selectiva al consumo sobre el tabaco, el gasoil y el alcohol.
Especial mención merece el Impuesto a la Exportación de Productos Agrícolas.
Los productores de soja y carne solamente pagan IVA sobre los productos que utilizan para producir, no sobre lo que producen. Tampoco pagan impuestos sobre las ganancias de las exportaciones, ni un monto razonable sobre la tierra que usan para la producción.
A esto hay que añadir que tanto la ganadería como la soja generan pocos puestos de trabajo, al tiempo que los agrotóxicos que utilizan originan un proceso continuo de degradación de la tierra.
Foto: PPN-Paraguay