DERECHOS HUMANOS

Brutal actuación de los militares

Invaden viviendas de numerosos campesinos

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En el norte de Concepción del Paraguay
Brutal actuación de los militares
La semana pasada fuerzas militares paraguayas que supuestamente perseguían “terroristas” en la zona del centro-este del país ingresaron con brutalidad en los hogares de numerosos campesinos. Varios de ellos fueron detenidos y torturados y otros golpeados y amenazados de muerte.
Se comenta que los detenidos fueron llevados primero al destacamento militar.
 
En el caso de Pedro Balbuena, allí fue torturado y golpeado antes de ser presentado ante la fiscalía.
 
Pedro fue tomado en la casa de su hermana Nilda Balbuena, madre de una niña de aproximadamente 10 años que ha sido operada del corazón. Por el susto que pasó la niña se encuentra internada en el Centro de Salud de la ciudad de Tacuatí.
 
El jueves 5 de setiembre a la medianoche, militares ingresaron a la fuerza en la casa del profesor Ramón Denis Cardozo, en la Colonia Oñondivepa.
 
Rompieron la puerta de la vivienda, tiraron libros, destrozaron su computadora. Lo pusieron cuerpo a tierra boca abajo y apuntándolo con armas le dijeron que él era un asesino, y golpeándolo le exigieron que admitiera que era hermano de Gustavo Cardozo.
 
Los efectivos militares fuertemente armados que ingresaron a la casa eran una decena, y otro tanto se hallaban en el patio de la vivienda. Todos estaban encapuchados con pasamontañas, ninguno se identificó.
 
Al darse cuenta de que habían confundido al profesor con un homónimo salieron rápidamente de la vivienda y se subieron en dos camiones y una patrullera.
 
El docente brutalizado hizo la denuncia en la fiscalía de Santa Rosa y quiere llevar el caso hasta las últimas instancias. Pide apoyo, y principalmente una evaluación psicológica a su hija más pequeña, de tres años. 
 
Esa misma noche fueron allanadas viviendas vecinas. A Ignacio Sosa, habitante de una de ellas, asmático, los militares le hicieron cavar un pozo. 
 
Cuando Sosa preguntó el motivo, los soldados le respondieron en guaraní: “ha pea nde kuarara hina” (“es para tu tumba”).