Mis comentarios
Ante la muerte de Lino César Oviedo
Escribía hace poco una frase muy bonita que nos llena de gozo: “Dios nos creó porque pensó que nos gustaría”. Por eso, ante la muerte, debemos alegrarnos porque iremos a otra dimensión de vida mucho mejor, pero eso no significa que no nos cueste separarnos de todo lo que hemos vivido y de los lazos que aquí tenemos.
Ante la muerte de cualquier ser humano rezo por él y doy el pésame a sus familiares. Y esto lo hago hoy en la persona y familiares de Lino César Oviedo.
Pero, tratándose de un hombre público tengo también el derecho, con toda verdad y respeto, de hacer mi comentario.
Tengo sospechas de la persona que en pocos años pudo acumular millones de dólares. Estos no se encuentran como quien halla un tesoro escondido. Y los únicos trabajos que rinden para ganar grandes cantidades de dólares rápidamente son la venta de armas, la intervención en el negocio de la droga, la mafia de los residuos radioactivos, etc.
Es necesaria una investigación para conocer la responsabilidad de Oviedo en estos asuntos.
Tengo miedo de la persona que en varios momentos habló de “ríos de sangre”. De hecho corrió la sangre en el Marzo Paraguayo en 1999.
Exigimos una investigación para conocer la responsabilidad de Oviedo en este asunto.
Tengo grandes sospechas sobre la participación de esta persona en hechos desestabilizadores del Paraguay en los últimos años, y del daño que pudo hacernos con su voluntad de satisfacer “a como sea” sus ambiciones de poder.
Ha desaparecido del panorama humano y político Lino César Oviedo en el Paraguay.
A nivel humano no quiero la desaparición de ninguna persona contemporánea.
La vida es demasiado hermosa para desear su fin para nadie.
Pero a nivel de hombre público veo demasiadas sombras, dudas, acusaciones y sospechas en el accionar político de Lino César Oviedo.
Foto: MARZO PARAGUAYO: «DICTADURA NUNCA MÁS» (paioliva.blogspot.com)