Curuguaty

El presidente Cartes es responsable de su vida

Curuguaty
Cinco campesinos siguen con su huelga de hambre

El presidente Cartes
es responsable de su vida
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Foto: enparaguayo.com
Los cinco campesinos presos en Paraguay que están llevando a cabo una huelga de hambre desde hace casi 50 días corren serios riesgos de perder la vida. De todo lo que les suceda son responsables el presidente Horacio Cartes y las más altas autoridades del parlamento y de la justicia.
El martes 1, los cinco detenidos, injustamente acusados de la masacre de Curuguaty del 16 de junio de 2012, hicieron llegar una carta desde la cárcel de Tacumbú, donde están detenidos, comunicando su decisión de seguir con su medida “indefinidamente”.
 
“A pesar de que ya sentimos fuerte la debilidad de nuestro cuerpo volvemos a pedir que ya se resuelva la titularidad de las tierras de Marina Kue y nuestra libertad. Nuestra decisión está firme y junto a todo el Pueblo seguiremos nuestra lucha hasta el final.
 
Si uno de nosotros muere, el Estado paraguayo y la familia Riquelme serán responsables ante Dios, nuestro Pueblo y la Historia”, dicen en su carta Arnaldo Quintana, Rubén Villalba, Felipe Benítez, Adalberto Castro y Néstor Castro.
 
Reiteramos que no levantaremos la huelga de  hambre indefinida si no se resuelve la titularidad de la tierra y nuestra libertad”, agregan.
 
Como cristiano, digo públicamente que ha llegado la hora de las definiciones.
Diez días más y estos compañeros no existirán o entrarán en un coma irreversible que les llevará a un desenlace fatal.
 
Hago culpables al presidente de la república, a la Corte Suprema de Justicia y al presidente del Congreso de lo que les ocurra.
 
A los tres les hemos visitado y explicado la gravedad de la situación. Si mueren estos compañeros deben de caer los tres y ser enjuiciados.
 
Los cinco, que ocuparon tierras en poder -sin título que lo habilitara- de la familia del empresario Blas Riquelme en Marina Kue, están acusados, sin ninguna prueba, de ser responsables de la matanza de hace dos años en la que murieron 11 campesinos y seis policías y que fue la excusa utilizada por la mayoría del Senado para derrocar al presidente constitucional Fernando Lugo.