“Chiquita está abriendo dispensarios médicos de empresa, que luego usa para encubrir los accidentes laborales. Prácticamente son una mampara para ocultar lo que les pasa a los trabajadores”, alertó Steve Rodríguez, secretario general del Sintrapybcr.

El dirigente explicó que cuando hay un accidente, la empresa, en lugar de remitir el trabajador al Instituto Nacional de Seguros (INS) lo envían a uno de estos dispensarios.

Aquí, manifiesta Rodríguez, los médicos de empresa lo atienden sin utilizar la póliza de riesgo del trabajo, llenando una pseudo boleta de incapacidad, pero sin notificar el accidente a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Muchas veces, en la boleta ni siquiera aparece el nombre completo del médico, ni su código médico.

“La empresa generalmente prefiere pagar esos días de incapacidad que reportar los accidentes”.

Esto ─continúa Rodríguez─ se debe a que gasta anualmente cierta cantidad de dinero en pólizas de seguro de riesgos.

Al cerrar el año, el INS devuelve la cantidad relativa a las pólizas que no se han utilizado. Cuantos menos casos se reportan, más grande será el reembolso.

El 17 de febrero, Luis Guillermo Domínguez Reyes fue remitido a uno de estos dispensarios y recibió una boleta de incapacidad por tres días.

Al percatarse que no se les estaban pagando los días de incapacidad se presentó ante las oficinas de la CCSS, donde se enteró de que nunca el dispensario había notificado el caso.

Hay otras situaciones donde los trabajadores se percatan muy tarde del engaño y cuando vuelven a presentar la documentación, las instituciones rechazan su caso alegando tratarse de lesiones viejas.

“¡Esto debe parar ya!”, concluyó Rodríguez.