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Con Johnsson Torres

Sintrainagro, mucho más que un sindicato

Durante la histórica huelga de 56 días en 2008 de los corteros en el Valle del Cauca, el Sindicato Nacional de Corteros de Caña (Sinalcorteros) recibió el decidido respaldo de la UITA, Sintrainagro y de la CUT. Luego en julio de 2012 Sinalcorteros decide disolverse para incorporarse a Sintrainagro. Hoy Johnsson lidera del Departamento de Trabajadores del Azúcar. Sintrainagro es para él un importante vector del desarrollo sindical y trabajo digno en las regiones en que está implantado, sobre todo en el Valle del Cauca.

-¿Cómo siguen las cosas en el Valle del Cauca?
-Hemos venido avanzando y creciendo en cuanto a organización, obviamente con dificultades, pero hemos logrado varias cosas.

En el Ingenio La Cabaña, gracias el apoyo de la UITA y la visibilidad que le ha dado a las problemáticas que viven los trabajadores, hemos logrado que se sancione a la empresa por tercerización laboral.

La están obligando a contratar a estos trabajadores tercerizados y a negociar. La empresa apeló, pero estamos esperando el desenlace de esta lucha.

En el Ingenio San Carlos hemos creado una nueva subdirectiva y estamos en proceso de negociación. Lo mismo en el Ingenio Risaralda, donde ya tenemos convención colectiva y estamos dando la lucha para formalizar a 300 trabajadores y para que se afilien al Sintrainagro.

Sintrainagro se está consolidando en el Valle del Cauca como el sindicato que no sólo defiende los derechos de los trabajadores, sino que también está comprometido con el desarrollo de la región y del sector azucarero.

En este sentido, estamos liderando la lucha para la defensa y sostenibilidad de la producción de azúcar y panela. Logramos frenar los intentos del gobierno de destruir el Fondo de Estabilización de Precios del Azúcar Nacional (FEPA) y el Sistema Andino de Franjas de Precios (SAFP).

Hicimos marchas, foros, una cantidad de cosas. Entendimos que para que pueda haber trabajadores tiene que haber empresa, y que el sindicato existe y puede lograr mejores condiciones para los trabajadores en la medida en que hay una empresa fortalecida.

La mecanización, un desafío
Miles de empleos en juego

Tenemos también desafíos como el de la mecanización, algo que el próximo año tendremos que discutir en la mesa de negociación colectiva de varios ingenios. El debate va a ser fuerte.

Calculamos que cada máquina desplaza a 120 trabajadores.

Estamos hablando de un valle donde 235 mil hectáreas están sembradas con caña de azúcar y se ha dejado de sembrar otros productos.

Actualmente tenemos producción de café y frutales en las lomas y la parte norte, pero es mínima. Las mejores tierras siguen siendo destinadas al cultivo de caña.

-¿Cuáles son las problemáticas que aún afectan a los trabajadores?
-Principalmente salud y pensión. En salud nos atendía la Administradora de Riesgos Laborales (ARL)1 La Equidad, pero decidimos pasarnos a la ARL Positiva.

Cambiamos porque teníamos a compañeros que, con 15 días de incapacidad y sin haberse aún recuperado de las heridas por accidentes de trabajo, los mandaban a trabajar. A otros, que tenían un corte en la mano, los obligaban a volver al cañaveral tan sólo después de 5 días.

Con esta nueva aseguradora estamos viendo cómo garantizamos que se brinde mejor atención a los trabajadores.

A iniciativa del compañero Guillermo Rivera, presidente nacional de Sintrainagro, se instaló una mesa bipartita para analizar el tema.

El modelo de Urabá
Experiencias a replicar

También tenemos serios problemas con las pensiones. Estamos viendo cómo hacer con compañeros que, a pesar de tener décadas trabajando, no han cotizado al seguro social porque los contratistas nunca pagaron los aportes.

Nuestra esperanza es replicar el modelo exitoso de Urabá, donde, con el apoyo de los ministerios de Hacienda y de Trabajo, se pudo recaudar el dinero para cotizar y jubilar a muchas personas.

Otro modelo que queremos replicar es el de las clínicas de Sintrainagro. Yo he vivido una experiencia directa muy positiva.

-¿Podrías relatarla?
-Hace tres semanas estaba en un evento de mujeres y me agarró un fuerte olor de dientes. Ya estaba pensando ir donde un dentista privado para que me quitara el dolor.

Se lo comenté al compañero Guillermo y de inmediato fue a hacer una llamada. Al poco tiempo llegó una doctora con un asistente, me revisaron e intervinieron para resolver el problema. Eso fue posible por el convenio que tiene Sintrainagro con las clínicas.

Definitivamente queremos replicar este modelo en el Valle del Cauca.


1 Aseguradora de vida con autorización para la explotación del ramo de seguros de riesgos laborales.


En Apartadó,
Gerardo Iglesias