“La situación del sector agropecuario colombiano es desastrosa.
Según Dignidad Agropecuaria, en 2015 se importaron 11,4 millones de toneladas de alimentos y el pasado año fueron 14,5 millones de toneladas.
Esto quiere decir que se perdieron miles de empleos potenciales, ya que estos alimentos se pueden producir aquí y beneficiar al campo y a la pequeña y mediana empresa.
Sin embargo, el gobierno no considera al campesino. Lo único que hace es favorecer al agronegocio y cumplir con los acuerdos normativos de los tratados de libre comercio que están acabando con este país.
Por eso insistimos en que si queremos desarrollo social en el campo hay que revisar los tratados de libre comercio firmados por Colombia, que impulsan la importación de alimentos y que están socavando nuestra soberanía alimentaria.
En particular nos preocupa la situación desastrosa del café, el azúcar, el arroz, la leche, rubros que producimos y que igual estamos importando. De esta manera se está quebrando el aparato agroproductivo nacional.
Debemos profundizar mucho más el debate sobre la importancia de que los colombianos produzcamos nuestros propios alimentos y dignifiquemos el campo.
Para hacer esto necesitamos también más asistencia técnica, crédito, mercado interno y limitar a los intermediarios.
Valoramos la importancia del papel de la Rel-UITA y el acercamiento entre Sintrainagro y Dignidad Agropecuaria.
Necesitamos juntarnos y articular estrategias para defender la producción nacional y para terminar con la migración de los campesinos hacia las ciudades y de los jóvenes de las ciudades hacia otros países”.
En Apartadó, Gerardo Iglesias
Imagen: Allan McDonald