-¿Cómo evalúas este nuevo encuentro?
-Mejoró mucho con relación a las anteriores. Quisiera aprovechar para saludar a la Rel-UITA y a la Felatrac, felicitar a Pablo Quiroga y a todo el equipo por esta nueva instancia.
-En la reunión mencionabas que están en proceso de reducir el número de organizaciones que representan a trabajadores y trabajadoras de Coca Cola. ¿De qué se trata?
-Como dirigentes de la FNT -CGTP-ABA nos preocupa la situación de paralelismo sindical dentro de la empresa Embotelladora Arca Continental Lindley, que controla todo el proceso de embotellado de los productos Coca Cola en Perú.
Eso no ayuda a una buena negociación. Hicimos un esfuerzo para contactar a esos sindicatos y trabajar en su unificación.
De las cinco organizaciones existentes, pudimos acercarnos a tres. Con ellos al menos la unificación podría concretarse en el primer trimestre de 2018.
La próxima negociación colectiva ya la llevaremos adelante como un gremio unitario y confío en que más temprano que tarde los cinco sindicatos sean uno.
-¿Cuántos trabajadores emplea Coca Cola Perú?
-Cerca de 5.000, 35 por ciento de los cuales están afiliados sindicalmente.
Por otro lado, hay partidos que se filtran a la interna de las fábricas, segregando a los trabajadores y las trabajadoras, lo que ha hecho mucho daño.
Nuestra Federación es autónoma y ello ha contribuido a mejorar la captación de afiliados.
-A pesar de todo siempre se puede salir adelante, y ABA es un buen ejemplo. Se sobrepuso a las secuelas de la dictadura feroz fujimorista y ustedes se las ingeniaron para crecer y resurgir. ¿Cómo lo lograron?
-Un problema central que identificamos fue que la CGTP, nuestra central de trabajadores, se concentró en los problemas laborales del sector público y desconoció al sector privado, sobre todo al que nosotros pertenecemos, el de bebidas y alimentos.
A partir del reconocimiento de esta problemática fundamos la Federación FNT-CGTP-ABA, y con el respaldo de la UITA comenzamos a trabajar en todas las regiones del país.
Bajo las premisas fundamentales de nuestra Internacional, como la inclusión de mujeres y jóvenes en la formación de nuestros cuadros sindicales, hemos venido creciendo de forma sistemática.
En mi sindicato de la Corporación Lindley tenemos 15 mujeres afiliadas, lo que es algo novedoso, pues la mayoría de estas organizaciones está formada por varones.
Una de estas compañeras forma parte de la directiva sindical y participó en la última negociación colectiva. Fue la primera vez que una mujer intervino en una instancia así en Coca Cola Perú.